lunes, 17 de diciembre de 2012

La plenitud del triple doble

En la NBA las estadísticas muchas veces miden a un jugador. Es lo que defienden cuando hablan de un jugador los llamados boxscoristas. Lo único importante son los números, sin medir los llamados intangibles del baloncesto. Dentro de que la estadística muchas veces puede engañar, existe un registro muy fiable cuando se trata de analizar la labor de un jugador en un partido. El triple doble representa la plenitud para cualquiera que se dedique a esto del baloncesto. Pocas veces falla ver que hay dobles dígitos en 3 facetas positivas distintas del juego. Jose Manuel Calderón lo ha logrado recientemente 2 veces este año demostrando que es de los mejores bases puros como concepto en el baloncesto. Pero durante la historia hubo verdaderos magos dentro del top 5 en esta faceta.

Como no podía ser de otra manera en quinta posición se encuentra la leyenda de los Celtics y máximo anotador durante un partido con los verdes, Larry Bird. Resulta evidente que la anotación del natural de Indiana llegase en forma de triples, pero también sabía hacer muchas más cosas. Pasaba la pelota con bastante habilidad y elegancia, siendo no solo un genial y mortífero tirador de 3 sino un gran pasador. Sin duda alguna su posición de alero alto con 2,06 de estatura ayudaba a capturar esos rebotes. Hay que tener en cuenta que dada su posición y su altura, lo más normal es que cumplimentase los 10 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias o más. 59 triples dobles le contemplan.

En cuarto lugar está un mito sobre el que habrá que hablar largo y tendido. Una estrella que, de momento, es el único que puede osar en discutir a Michael Jordan (quien por cierto no está por aquí) su condición de mejor jugador en la historia de la NBA. Wilt Chamberlain era un coloso bajo los tableros tanto defensiva como ofensivamente. No es de extrañar que los puntos y los rebotes los tuviera cumplimentados siempre con dobles dígitos. Las asistencias cuesta más pensarlo, pero su faceta taponadora también era brutal. Aquí hay que incidir en un aspecto: antes de 1970 nunca se contabilizaron los tapones en las estadísticas, pero muchos hablan de que el hombre de los 100 puntos realizó más triples dobles en puntos, rebotes y tapones que lo que las estadísticas propiamente pueden reflejar. No obstante, Wilt ha sido el único en realizar la hazaña del "doble triple doble": 22 puntos 25 rebotes y 21 asistencias en 1968. Como para dudar de sus 78 triples dobles en su carrera.

El tercero de este top 5 es el único jugador en activo. El actual base de los New York Knicks, Jason Kidd, durante mucho tiempo fue el rey de esta faceta, llegando a promediar 6 triples dobles por año a lo largo de 4 temporadas. Fueron sus años gloriosos en los ya extinguidos New Jersey Nets. Aquel equipo citado de carrerilla en sus 4 posiciones fijas con Jason Kidd, Kerry Kittles, Richard Jefferson y Kenyon Martin. Un equipo que dominó la Conferencia Este durante 2 años siendo vapuleados en las Finales de 1999 por los Spurs de Duncan y Robinson y posteriormente en 2000 por los Lakers de Kobe y Shaq. Jason Kidd reconoció en un entrevista que "realizar un triple doble da sensación de plenitud, de hacer bien tu trabajo con los compañeros". La capacidad de asistencias de Jason Kidd está fuera de toda duda. Uno de los mayores magos del pase. Cuando físicamente estaba mejor, los rebotes también le ayudaban. Eso, y que en New Jersey muchas veces no había un Center capaz de ello. Es difícil pensar actualmente en un Jason Kidd más anotador, pero lo hubo. Casi 19 puntos por partido en la 2002-2003. Lleva 106 triples dobles pero parece que no se moverá de su tercera posición dado quién tiene delante y la distancia que guarda.

Earvin Magic Johnson, una eminencia de este deporte, el mejor base en la historia de la NBA y uno de los 5 jugadores que ha tenido la liga. Como bien describía su apodo, era pura magia sobre una cancha. Pases inverosímiles, visión de juego, carisma y liderazgo. Capaz de anotar desde lejos y desde cerca con su baby hook ganador del anillo. Capaz de jugar como rookie en una final en la que el título está en juego y en vez de actuar de base, actuar como pívot dado su físico. La perfecta definición de magia encarnado en un jugador de baloncesto. Alcanzó los 138 triples dobles en su carrera y es el líder de triples dobles en la historia de los Playoff, llegando a 30.

En la cúspide está un ciclón del triple doble. Un jugador del que no hay muchas referencias visuales pero de la que su estadística es arrolladora. Aquel al que poca justicia hacen las imágenes pero mucho la estadística. Hablamos del rey del triple doble por antonomasia: The Big O, Oscar Robertson. El único jugador en la historia de la NBA en mediar tal hazaña en 1962: 30'8 puntos 11'4 asistencias y 12'5 rebotes. Sencillamente brutal. Con suma capacidad para anotar y la predisposición del base a la hora de asistir, su más que reseñable 1,96 de altura (Michael Jordan mide 1,98) le ayudaba a la última de la faceta que le quedaba. Un jugador histórico que como no puede ser de otra manera, además de un rincón en el Hall of Fame, fue rookie del año, MVP y ganador del anillo. 181 triples dobles le contemplan.


Jason Kidd decía que la realización del triple doble otorga plenitud. Quizá también sea esa misma plenitud la que sienten jugadores que van por el buen camino como Rajon Rondo o LeBron James, muy dados a esta estadística. Una cosa está clara: si un jugador se siente realizado con la gesta, sus compañeros están encantados y los que lo ven se sienten orgullosos de ello. Sí. Es la plenitud para todos del triple doble.





Fuentes de apoyo: www.nba.com
Fotografías: http://www.sportswriters.net/usbwa/awards/oscar/index.html  http://newspaper.li/jason-kidd/ http://www.insidehoops.com/forum/showthread.php?t=238181 www.marca.com

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