sábado, 29 de diciembre de 2012

El guión perfecto de los Clippers

El año pasado Los Ángeles Clippers consiguieron reunir a un elenco de jugadores que bien podían responder a esperanzas de algo más que meterse en Playoff. De hecho, consiguieron juntar a jugadores de la talla de Billups, Butler y Paul en el mismo equipo, pero había algo que no terminaba de funcionar. A día de hoy, los de Vinny del Negro juegan, disfrutan y hacen disfrutar. Puede que llenemos de tópicos lo que un buen equipo necesita, pero tienen referencias en el poste, un gran base y un banquillo excepcional. La clave: que cada uno conoce su papel en el equipo. En un símil cinematográfico, son los actores que conocen perfectamente su papel: el guión perfecto de los Clippers.

Como ya es habitual, empezamos por el cerebro del equipo. Lo que sucede es que es un cerebro que es catalogado por muchos expertos, actualmente, como el mejor base de la NBA. Cierto o no, lo que sí que parece es que Chris Paul es un jugador completo perfecto para desempeñar sus labores en un equipo ganador. Su facilidad para ejecutar las jugadas y la maestría con la que las ejecuta hace que sea muy querido  y pretendido en la liga. Su juego no se resume a solo una faceta, sino que es un base muy completo que aporta cosas muy distintas a otros. No tiene la gran visión que puede tener Steve Nash, pero sus pasen son muy efectivos. No tiene el cuerpo atlético de Stephen Curry, pero sus crossover son mortales y tiene un primer paso imposible de detener. No tiene la costumbre de tirar y anotar tanto como Kyrie Irving, pero su media anotadora sobrepasa los 15 puntos por partido. En definitiva, Chris Paul es un base completo que aporta de todo y lo aporta con moderación y con cabeza. Alguien que explota sus mejores virtudes, que de dirigir entiende un rato y de anotar, otro tanto.

En cuanto al perímetro titular de Clippers tampoco vemos la panacea. Willie Green por necesidad y Caron Butler conforman esa pareja exterior que, sin destacar ninguno de los dos especialmente, se resumen a completar su papel asignado. No son los que tienen que llevar el peso ni los que tienen que asumir ningún mando, pero no desentonan en su labor. Conocen sus limitaciones, ejecutan su papel y no intentan hacer cosas extrañas, una de las virtudes más infravaloradas en los deportistas. Insistimos: sin destacar demasiado son capaces de aportar los 10-14 puntos por noche cada uno con réditos desde la línea de 3. Algo suficiente contando con la plantilla tan buena que tienen los de Vinny del Negro.

Mejor sonrisa se dibuja en la cara del hermano (cada vez menos pobre) de los Lakers cuando miramos su pintura. DeAndre Jordan, el center titular y otra figura que sabe lo que tiene y lo que no tiene que hacer. Otro de los motivos por los que no desentona en la zona precisamente es esa: DeAndre es limitado y no es bueno con el tiro ni con los fundamentos en el poste. Eso lo sabe y por lo tanto se dedica a lo que puede realizar mejor, a su juego físico: los rebotes y los mates. No son gran cosa individualmente, pero a los Clippers les viene de perlas tener un tipo así (que asuma su papel, que no tengan a otro que lo haga y que encima lo realice de buen grado). Y por supuesto, en el quinteto titular figura el que ha tenido una mejor evolución del equipo: Blake Griffin. Ha dejado de pasar a ser ese 2,08 que solo sabía machacar a un interior con algo más que salto y que, por lo menos, se le ve que hace en el poste jugadas distintas. Por supuesto que no es ningún Big Fundamental, pero como ya hablamos de él, ahora es más versátil en su juego.


Y sí. Todavía queda por ver el que es uno de los mejores banquillos de la liga. Si de algo puede presumir estos Clippers es de su fondo de armario, que entre todos los integrantes suplentes suman la friolera de casi 46 puntos por partido. Sí que es cierto que no tienen unos interiores de grandes garantías en el banco, pero poseen jugadores tan obreros como perfectos en el perímetro para completar su película. Eric Bledsoe es, posiblemente, uno de los bases suplentes más eficaces de toda la NBA. Partiendo de la premisa de que no es una gran estrella, puede decantar un partido, en cuestión de anotación, que necesite un revulsivo. Aunque si hablamos de revulsivos, obligatoriamente hay que mencionar a Jamal Crawford. Uno de esos Old School tiradores que como tenga el día te mata desde la 7,22. Qué mejor que tener un triplista guardado en la manga. Para acabar ese perímetro, un jugador que (siguiendo la línea) no es de calidad pero que aporta anotación y, como no, también un elemento distintivo en un partido disputado: Matt Barnes. En los Lakers pudo probar poca suerte que espera encontrar en estos Clippers. En cuanto al interior, poco que decir de Lamar Odom. Si recupera la mitad del físico y aptitudes que tenía en sus últimas temporadas con Lakers, Clippers encontrará otro tapado de gran ayuda.

Pero todavía hay algo que esperan como agua de mayo en la franquicia californiana, y no es otra cosa que la vuelta a las canchas de dos hombres que pueden aportar todavía más si cabe a todo este elenco: Chauncey Billups y Grant Hill. Uno de los factores determinantes que de recuperarlos para Playoff en unas condiciones mínimamente decentes, van a seguir marcando la diferencia tanto si salen desde el banquillo como en el quinteto titular.

Como vemos, Los Ángeles Clippers han conseguido reunir a los actores perfectos para su guión perfecto. Un par de jugadores referencia en el mundo de la NBA acompañados de absolutamente todos obreros que conocen lo que pueden dar, ofrecer y cuando pueden y no pueden extralimitarse en sus funciones. Qué importante es tener jugadores que asuman su rol y jugadores que sabiéndolo puedan ser valientes para salvar un partido. Jugadores que para otros equipos serían insustanciales o que no les necesitarían, a la franquicia californiana les conforman una gran plantilla. Estos actores sí que desempeñan el guión perfecto de los Clippers.






Fuente de apoyo: www.nba.com
Fotografía:http://www.deporteyocio.es/2012/12/welcome-to-lob-city.html http://www.mundodeportivo.com/20121222/baloncesto/nba/los-angeles-clippers-sacramento-kings_54356571862.html  http://espndeportes.espn.go.com/los-angeles/blogs/clippers/_/id/1442845?cc=7586  http://aol.sportingnews.com/nba/story/2012-10-02/los-angeles-clippers-blake-griffin-deandre-jordan-shooting-coach-vinny-del-negro

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Los 4 fantásticos de la NBA

La NBA, esa liga en la que la mayoría de los jugadores son estrellas de nivel mundial, aquella en la que esos hombres que visten diariamente la camiseta de la franquicia correspondiente, nos deleitan con algún aspecto en el juego noche tras noche. De entre todos ellos, hay 4 que son sin duda superiores al resto y que así se mostraron al mundo el día de Navidad, como lo que son. Dioses que hacen del baloncesto un don, un bien escaso y preciado a la hora de jugar. Son líderes, son las mayores estrellas, son indiscutibles y son, por sus cualidades, los mejores. Son los 4 fantásticos de la NBA: Kobe Bryant, LeBron James, Kevin Durant y Carmelo Anthony.

Analizar a estos jugones por "es uno de los mejores del mundo en" sería una estupidez, ya que ellos en sí mismos ya son los mejores del mundo. 4 representantes de 4 equipos y dos de cada Conferencia. Unos aspiran al anillo más que otros (entre otras cosas porque Miami Heat y Oklahoma City Thunder jugaron las Finales el año pasado), pero los 4 son auténticas maravillas sobre una cancha de baloncesto. Verlos jugar sencillamente es deleitarse con este deporte.

Qué se va a escribir que no se haya escrito ya acerca de Kobe Bryant. No me cabe duda de que habrá páginas y páginas en miles de periódicos el día que la estrella angelina deje este deporte. No me cabe duda de que tendrá su estatua particular a la entrada del Staples y su camiseta retirada en el techo interior del mismo. No me cabe duda de que entrará de cabeza en el Hall of Fame. Pero como para eso todavía queda, de momento el escolta de los Lakers sigue pulverizando récords. Es el jugador que más veces ha jugado en la historia un partido de la NBA en Navidad (hasta en 15 ocasiones) y en el día de ayer se convirtió en el máximo anotador de Navidad con 383 puntos, superando al mítico Oscar Robertson. Además, Bryant lleva una racha de 9 partidos seguidos anotando 30 o más puntos, pero no ha sido la mejor que ha tenido. En 2003 encadenó 16 partidos con estos mismos registros. Sencillamente espectacular. Además lidera la actual tabla de anotadores.

Pero si las estadísticas no fueran suficientes, su juego termina por hundir a sus detractores. Ha habido voces en contra de que Kobe asuma la responsabilidad y los tiros en los Lakers. Hablamos de uno de los mejores jugadores en la historia de la NBA y solo una inconsciencia desacerbada pediría tal osadía. ¿Se le negaba a Michael Jordan la pelota y los tiros cuando estaba en los Bulls? Pues esto es lo mismo. Es la estrella, es el mejor del equipo y uno de los 4 mejores de la liga. Pedir que Bryant no realice tiros es tirar el partido a la basura. Su alma de líder es innata, su calidad fuera de toda duda, su manera inverosímil de anotar, su capacidad para leer un partido, para anotar desde fuera o desde dentro, su estética a la hora de tirar. Además tiene en Jordan el fiel reflejo, incluso en el tiro, en la suspensión y en la forma de anotar. Hace muchos años que lo asemejaron a MJ, cuando todavía la estrella de los Lakers era muy pequeña. Ahora, con su etapa de madurez, se pueden apreciar las semejanzas. Kobe Bryant es lo más parecido a Michael Jordan que se ha visto sobre una pista de baloncesto. Por lógica eso le hace ser de los mejores del mundo.

Pero si hay que ponerse de pie para hablar de Kobe Bryant no hay que hacer menos con Kevin Durant. El alero de los Thunder representa el desafío de las leyes naturales en un jugador de baloncesto. Físicamente no parece ningún titán y su complexión lánguida no transmite intimidación. Pero todo aquel que juzgue a Kevin Durant por eso es porque o no entiende o porque no le ha visto en acción (que me extraña). De hecho, su envergadura debido a sus largos brazos le permite realizar robos, tapones y gran defensa allá donde otros no pueden. Si a eso se le suma su altura y su salto, hacen que físicamente no desentone para nada pese a lo que se puede pensar a primera vista. De hecho, es capaz de realizar mates de una bellísima factura a una larga distancia.

No he empezado a argumentar por su apartado técnico porque es evidente. Durant posee una de las mejores muñecas de la liga, y de momento ha liderado la tabla de anotadores los últimos 3 años. No resulta extraño, ya que su facilidad para armar el brazo es letal, de los más rápidos que hay. Es un gran triplista y un jugador que asume la importancia del tiro final sin contemplaciones. Si a eso le sumamos su facilidad para penetrar o anotar desde 5 metros la mezcla resultante es explosiva. Un jugador al que temer siempre.

El tercero en discordia no es otro que un jugador que cambió de aires y que atraviesa posiblemente el mejor momento de su carrera: Carmelo Anthony. En Denver Nuggets despuntaba como estrella que es, pero ahora en New York ha terminado por encontrar su lugar. Si algo caracteriza a Melo es que ve el aro como una piscina olímpica. Su tiro ya característico de venir en carrera y pararse en la línea para lanzar el triple se ha convertido en una patente. Es la perfecta definición de anotación pura y dura. Además Anthony ha experimentado este año las buenas sensaciones tras su temporada del 2006/07, posiblemente la mejor de su carrera estadísticamente hablando. 

La diferencia es que ahora está en un equipo con claras aspiraciones a algo más que a meterse en Playoff. Una estrella que ha encontrado un equipo grande y que demuestra que, valga la redundancia, no le viene precisamente grande. Asume de buen grado un rol para el que está preparado de sobra y que lleva ejerciéndolo durante 9 años en la NBA. No es el líder que ordena al equipo ni se le da bien (para eso ya está Jason Kidd), pero sí que está para cumplir su función anotadora. Le liberan de otras presiones de echarse todo el equipo en la espalda. Y a Melo eso le gusta. Hace lo que mejor sabe hacer. Anotar un tiro tras otro, una penetración tras otra. Recursos no le faltan. Su sangre se llama anotación.

No es casualidad que haya dejado para el final el restante. LeBron James es el jugador completo y total. Aquel que sin llegar a hacer a la perfección la anotación de Anthony, la técnica de Durant o el liderazgo de Kobe es capaz de todo lo que los 3 anteriores no podrían hacer individualmente. Físicamente es el mejor jugador de la liga. Es absolutamente imparable cuando encara el aro, ya que tiene la corpulencia y potencia necesaria, además de un gran control sobre su enorme cuerpo. Es una bestia que una vez que ha mirado al aro para penetrar es, literalmente, imposible de detener. Pero LeBron James no es solo físico; también es anotación. Recientemente dijo que si quisiera él podría liderar la anotación en la NBA, pero que está en Miami Heat "para hacer un poco de todo" y que ése no es su papel. Dentro de que puede parecer una sobrada, es difícil no estar de acuerdo en tal afirmación, ya que en 2008 consiguió ser el máximo anotador. Es un jugador que mejoró su punto débil como era los tiros desde 5 metros y desde entonces es una máquina que puede anotar en cualquier posición en la que se encuentre. Tira menos pero con mucho más acierto y eso le convierte, entre otras cosas, en un jugador con un genial IQ. 

Como decíamos, LeBron representa al jugador más completo. Más allá de su físico y de su técnica, defensivamente puede hacer frente a cualquier rival. Tiene cuerpo para aguantar en el poste, determinación para defender en el perímetro, potencia para taponar e inteligencia para robar. Y todo eso con una explosividad brutal para salir al contraataque. Pero también ofensivamente es capaz de dirigir un equipo, de saber en qué momento anotar o asistir con pases de todo tipo: desde bombeados fuertes, a acunados picados. De costa a costa o con elegancia a un metro. En los rebotes tampoco se queda corto: para matar en el aire o para cerrarlo con ambas manos en las dos canastas. ¿Hay algo más? Pues sí. Tras su increíble año pasado ejerce de líder indiscutible de una franquicia que, no solo es la actual campeona de la NBA y que aspira a otro anillo esta temporada, sino que además juega como LeBron: como un auténtico ciclón.

Todo esto no hace sino darnos una idea de lo que representa la NBA en el mundo del baloncesto. Disponer en tu liga de estos 4 jugadores es una maravilla con la que gestionar un negocio. Desde el día de Navidad, al All Star, a Halloween o a las Finales. No es de extrañar que ayer se juntaran estos 4 titanes en la pista. Hace muchos años se hubiera pensado en un Lakers-Celtics para disfrutar ese día de Larry Bird y Magic Johnson. Hoy, aquellos que en su día fueron rookies (porque sí, estos 4 jugadores fueron novatos) son las estrellas de la NBA.

Para deleite del aficionado se les pudo ver juntos en los pasados JJOO donde Estados Unidos mostró una superioridad inmensa. Chris Paul-Kobe Bryant-Kevin Durant-LeBron James-Tyson Chandler. Por si no bastaba, ahí estaba Carmelo Anthony esperando en el banquillo. 4 estrellas con oro olímpico que hicieron las delicias de todo aficionado al baloncesto. Un elenco de estrellas que supo gestionar su calidad en favor del bien del equipo. Eso es algo impagable: que una estrella sepa que tiene que limitar su juego para favorecer al resto. En esos Estados Unidos, además, primaba la amistad. Han sido la segunda mejor generación que han dado los norteamericanos al baloncesto.

Evidentemente que no solo son estas las estrellas. No hay que olvidarse de que ahí estan los viejos rockeros (Paul, Duncan), los jugadores más onfire de la liga (Stephen Curry), los que llevan tiempo emergiendo (James Harden) y los que se les acercan en técnica y calidad de igual manera (Chris Paul, Derrick Rose). Claro que todos ellos son estrellas. Pero si hubiera que establecer peldaños, ellos estarían en lo más alto. Por encima de todos, ellos son los auténticos 4 fantásticos de la NBA.








Fuente de apoyo: www.nba.com   www.nbamaniacs.com
Fotografías: http://www.cbssports.com/olympics/story/19784217/us-dominates-medal-count-sets-new-gold-standard-at-london-olympics  http://www.allsportnewspr.com/2012/10/kevin-durant-abrira-su-propio.html  http://foros.acb.com/viewtopic.php?f=22&t=459316  http://sports.yahoo.com/blogs/nba-ball-dont-lie/lebron-james-sports-illustrated-2012-sportsman-185133783--nba.html  http://deportesymas12.blogspot.com.es/2012/08/michael-jordan-vs-kobe-bryant-quien-es.html

lunes, 24 de diciembre de 2012

La Navidad en la NBA

Para todo aficionado a la NBA hay tres fechas señaladas independientemente del equipo del que seas. Como es de esperar, la primera que viene a la mente es el All Star. Ése día en el que los mejores tienen cabida en un fin de semana por todo lo alto, tanto rookies como veteranos. El segundo son las Finales de la NBA. Es evidente que si no está el equipo que se sigue en cuestión se puede perder cierto aliciente, pero el interés estará igualmente. Son las Finales de la mejor liga de baloncesto del mundo. Y por supuesto, la tercera fecha, es la del día de Navidad en la NBA.

Un día señalado y favorito para muchos fans. Por lo que respecta a la hora, es el momento en que no hay que mantenerse despierto, en el que a los aficionados no se nos pide ese plus para seguir la liga. Los horarios factibles se establecen en gran medida para que en muchas partes del mundo puedan verse los partidos. Las 18, 21:30 y 23 horas respectivamente son momentos muy jugosos del día para deleitarte con la NBA. No hay ninguna excusa para no vivir en directo y en un día tan especial los partidos que la liga ofrece.

Porque esa es otra. La NBA además de establecer horarios estratégicos, también programa partidos suculentos y brillantes. Todos ellos capaces de crear ese interés necesario en el espectador. Estrellas que se enfrentan el día 25 para deleite de los aficionados. Partidos en los que siempre hay morbo, algo en qué fijarse o sencillamente enfrentamiento entre los jugadores más potentes de la liga. Normalmente este día siempre queda reservado para una re-edición de las Finales en la NBA. Por supuesto, como no podía faltar, jugarán Carmelo Anthony contra Kobe Bryant (Knicks-Lakers) y Kevin Durant contra LeBron James Thunder-Heat). Para complementar esos dos partidazos (uno a las 21:30, el otro a las 23:00) abren el menú el Boston Celtics (el clásico y el que más anillos tiene) contra Brooklyn Nets (la novedad en la liga y con cierto atractivo).

Como se puede ver, en la NBA nada es fruto de la casualidad. Todo está  pensado minuciosamente para cada ocasión. Tanto los horarios como los enfrentamientos. Se miran con lupa días, equipos y posibilidades. Si por algo se ha caracterizado David Stern desde que llegó al Comisionado es por su gran labor de expansión y su amplitud de miras más allá del charco. Ha conseguido generar un gran negocio a base de años y años de experiencia en el cargo. Pasó el trago de manera magistral ante uno de los grandes baches que pudo sufrir en 1999. Temporada de lockout y retirada de Jordan. Lo superó gracias a las estrellas emergentes y su política a la hora de crear popularidad no ha hecho sino crecer (como todo, Stern hizo cosas malas pero también otras muy buenas).

Por todo esto (y porque, evidentemente, es NBA) merece el día de Navidad un hueco, al menos, para ver un partido. Es lógico que la familia ocupe nuestro tiempo en ese día, y a lo mejor se nos escape algún partido. No obstante, muchos de nosotros estaremos frente a la pantalla merendando con Rondo y Williams, cenando con Kobe y Melo y relajándonos con LeBron y Durant. Es la magia de la Navidad en la NBA. Sin duda, Where amazing happens.




Fuente de apoyo: www.nba.com
Fotografía: http://www.encancha.com/fotos/foto21077.html

domingo, 23 de diciembre de 2012

El viejo rockero Paul Pierce

Hace años la NBA buscaba una fórmula para que el baloncesto norteamericano no cerrase su expansión tras la retirada de Jordan. His Airness había creado nombre, ventas y gusto. Con la llegada de Kobe Bryant la liga ganó a un futuro ídolo de masas, aunque ya había otros como Shaq. Sin embargo, vamos a hablar de un jugador que con los años jamás se le ha podido enterrar, ni por su edad, ni por su calidad ni por el equipo en el que está. Una camiseta verde con el dorsal 34 a la espalda que todo aficionado Celtcic ha llevado alguna vez, tan antigua como la retirada del propio Jordan. Hablamos de un mito, de un one club men, de un viejo rockero que vuelve por sus fueros a vivir sus mejores días. En efecto, es Paul Pierce.

Dado el pobre nivel que últimamente está exhibiendo la franquicia más laureada en la historia, Paul Pierce está emergiendo como un Fénix de sus cenizas. Sí que es cierto que no está pasando Boston Celtics sus mejores días, tal y como reconoció Doc Rivers. Sin embargo, si algo ayuda a mantener la fe en un equipo, es que su baluarte, su estrella, esté intacta. Reconozco que estoy lejos de sentir el orgullo verde, pero si algo sé es que tener al simbolismo encarnado en la mítica estrella on fire da esperanzas a cualquiera (Kobe Bryant en Los Ángeles Lakers). Por eso son muy buenas noticias para los Celtics que Paul Pierce esté tan a tono.

El 34 verde es uno de esos incombustibles que, aunque pasen los años, mantiene de manera dulce el nivel. Si hablamos de su anotación no hay más que remitirse a sus últimos dos partidos. 40 puntos para hacer ganar a su equipo ante Cavs y 35 para que luchasen por una victoria. Todo ello con unos guarismos razonablemente buenos. Pero la labor que está haciendo Pierce no se queda ahí. A la hora de aportar puntos en la tabla anotadora se encuentra séptimo con 21 puntos por partido. Y lo que tiene delante no es moco de pavo: Kobe, Melo, Durant, Harden, James y Westbrook. Hay que valorar lo increíble que resulta que un jugador que siempre ha mantenido la infinita clase, esté a este nivel anotador. Sus 35 años no son impedimento para que sea una máquina anotadora más en la NBA.

Pero como no podía ser de otra manera, al hablar de viejos rockeros (Kobe o Duncan) también debemos referirnos al liderazgo que supone. Paul Pierce es el eterno nexo de unión en cualquier etapa de la franquicia verde. Red Auerbach estaría orgulloso de ver a su 34. Ha conseguido que jugadores como Garnett sientan a sus compañeros como auténticos hermanos. Que los defiendan, que luchen por ellos y que formen una gran piña. Y además, si algo tiene Paul Pierce, es que nunca ha dicho una palabra más alta que otra. Un jugador del corte de Tim Duncan. Humilde, con mucha clase, alcanzando el éxito del anillo y que será recordado como una de las grandes leyendas que pisaron una cancha de baloncesto. Por descontado que va a ser Hall of Fame, como por descontado que le van a retirar la camiseta (una más en la franquicia Celtic). Pierce es ese líder que solamente una franquicia como la verde podría encontrar en estos días.

Si hace falta añadir algo más a un jugador como él, hay que destacar su sacrificio para defender y la entrega para realizar otro tipo de tareas si el equipo lo necesita. Un liderazgo no solamente cimentado fuera de la pista con ánimos o en la cancha con puntos, sino con mucha cabeza sobre el parquet. Asumiendo qué partidos tiene que desempeñar un rol eminentemente ofensivo y en qué otros tiene que dejar paso. Tiene mucha experiencia como para que en esos temas se equivoque.

Es cierto que Boston Celtics no están pasando por el mejor momento. Al igual que no lo están haciendo Los Ángeles Lakers. Sin embargo hay una cosa clara: Bryant y Duncan son viejos rockeros, y como tal iluminan de esperanza a todo aquel que ose no tenerla. Por eso, y aunque los verdes no estén bien, podrán estar tranquilos en Playoff. Tienen al viejo rockero Paul Pierce.




Fuentes de apoyo: www.nba.com
Fotografía: http://bleacherreport.com/articles/1091221-lakers-trade-rumors-paul-pierce-and-7-players-who-wont-be-in-hollywood  http://www.nbadunks.org/boston-celtics-vs-atlanta-hawks/paul-pierce/

viernes, 21 de diciembre de 2012

El abuso de los triples

Para quien conoce un poco de historia en el baloncesto norteamericano, sabrá que se debe muchísimas cosas a la famosa y difunta ABA (American Basketball Asociation). El cuento de siempre en 1960 en el que el pequeño tiene que ingeniárselas para derrocar de alguna manera al grande (NBA) en cuanto a cuestión de márketing. Los mates y los jugadores estrella referente (Julius Erving o George Gervin) fueron dos cosas fundamentales que aportó esa liga minoritaria a la gran liga que hoy conocemos todos. Pero he dejado para el final quizá el recurso que crea más esperanzas siempre en un partido. Tanto por los equipos (para remontar) y aficionados (para disfrutar), como para algunos jugadores (tíos que salen desde el banquillo para aportar solamente su lanzamiento). En efecto: hablamos del triple y del, muchas veces, abuso de ellos.

Ese lanzamiento situado a 7,22 que tantas alegrías o tristezas puede dar. Empecemos por lo más actual: la tristeza colectiva; y sin ir más lejos en la jornada de ayer en la NBA. Denver Nuggets perdió su partido contra Portland Trail Blazers, entre otras cosas, por su nefasto tiro desde la línea de 3 puntos. De hecho, estableció el peor récord histórico en la liga en cuanto a lanzamiento: la friolera de 0/22 desde la línea de 7,22. Aunque fue accidental, también volvemos a tener casos parecidos. De hecho, 10 días antes, le había sucedido algo parecido a los propios Blazers que, pese a ganar, establecieron un 0/10 en triples. Es evidente que no siempre es así, pero también hay equipos que usan el tiro exterior en gran medida (Knicks es un ejemplo claro) y que si no están acertados les cuesta más ganar un encuentro. Otras franquicias como Spurs o Grizzlies que lo usan habitualmente se resienten bastante. Si están donde están es debido a que tienen muchos recursos para salir del paso y que no suelen errar de esa manera. 

Pero por supuesto también hay tristeza individual y a veces alegrías. Jugadores que pueden ser unos auténticos cañoneros pero que se resienten si les falla la muñeca desde lejos. Hay algunos que, siendo mortíferos de tres, pueden sacar recursos de manera más que sobrada para su anotación (Ray Allen, Kevin Love) o jugadores que meramente se quedan en su salida a pista para aniquilar desde la línea (Steve Novak, Spencer Hawes). También está Russell Westbrook que, pese a sus condiciones físicas, ya sabemos de su irregularidad y de lo que le guste abusar del triple aunque esté en dinámica negativa. Luego, como no podía ser de otra manera, son el complemento perfecto para que un jugador haga un buzzer beater, o para que la megaestrella (Kobe, LeBron, Durant) termine por complementar su arsenal ofensivo. Y por supuesto, la existencia de leyendas con mayúsculas que convirtieron el triple en su ADN (Larry Bird)

Pese a que abusar del triple puede resultar nefasto como hemos visto, también es un arma fundamental que da juego, potencia, recursos y, sobre todo, alegrías. Uno de los equipos referente en el triple como ya he adelantado es New York Knicks (Novak, Anthony, J.R Smith, Felton, Kidd...). Una máquina de matar que tiene a jugadores capaz de machacar a base de tiro exterior. Todos imaginamos esa jugada en la que Carmelo Anthony se aproxima corriendo hacia el otro campo y en vez de penetrar, tira desde fuera y ¡chof! otros 3 puntos. Aunque no solo son los reyes en este aspecto los del Madison. San Antonio Spurs tiene una plantilla amplia capaz de hacer de todo y, como no podía ser de otra manera, también de coser a triples. Danny Green, Kwahi Leonard (ahora en la D-League), Stephen Jackson, Matt Bonner, Boris Diaw, Patrick Mills... la lista es bastante amplia. Sí, contaba con Miami Heat, pero es que resulta evidente si tienes a Battier, Allen o Miller entre tus filas.

Hay algo que tiene que quedar claro de todo esto. El triple supuso un gran avance en el baloncesto, pero como todo en esta vida, hay que saber usar las cosas en su justa medida. Ni renunciar a ellas ni abusar de ellas. Por eso, aunque se trate de algo positivo, puede que no siempre lo sea el abuso de los triples.


jueves, 20 de diciembre de 2012

Paciencia y minutos para Kendall Marshall

En la NBA hay una gran cantidad de jugadores que gozan de mucho tiempo en los partidos sin realmente merecerlo (sí, Kwame Brown es el más concreto, aunque pusiera un tapón a un nefasto Howard). Pero lo que creo es que jugadores rookies con una gran proyección deben tener minutos de juego. La actitud de Alvin Gentry de no dar oportunidad a Kendall Marshall no está siendo del todo lo idóneo. Hasta su incorporación a la D-League, estaba totalmente sumido en un auténtico ostracismo en la NBA sin ninguna otra justificación más que la que se pueda apreciar en los entrenamientos o el overbooking en su posición.

Desde luego que Kendall Marshall no es ninguna superestrella ni ha causado tanto impacto en su posición como lo ha hecho Damian Lillard en la NBA. Pero de ahí a que no se le den oportunidades en casi ningún partido va un trecho. Marshall tendrá muchos defectos (y hablo por lo poco visto en su etapa en la NCAA con North Carolina). No es un gran anotador, ni destaca por su resolución de tiros. Pero tiene otras muchas ventajas que Phoenix Suns debería aprovechar, porque no me creo que Kendall Marshal no pueda tener minutos en este equipo.

El ex de los Tar Heels ha demostrado en su etapa universitaria tener dotes para convertirse en un gran base. Hablemos siempre salvando todo tipo de distancias, pero tiene la cabeza, la calma y el pase de Jason Kidd (insisto, apurando comparaciones). Con su equipo en la NCAA impartía totalmente el juego, toda la elaboración tenía que pasar por sus manos y casi siempre con gran acierto. Verle jugar y moverse era una delicia, tanto con como sin balón. Además sabía cuando tenía que hacer los tiros y cuando penetrar. Pese a no gustarle demasiado lo de asumir labores de anotación, si en un momento determinado del partido se le necesitaba ahí aparecía. No es ninguna excusa, pero en el March Madness 2012 cayó lesionado y North Carolina tuvo, si cabe, menos posibilidades.

No digo que Kendall Marshall tenga que ser titular en Phoenix Suns, ni mucho menos. Pero lo que sí que digo es que me parece lamentable que no tenga sitio ni para llegar a unos paupérrimos 6 minutos por partido. El problema en todo esto es que se juntan dos factores. El primero y más importante, que Phoenix Suns, como equipo, no está ni mucho menos para tirar cohetes, pese a tener (creo) una plantilla que debería aspirar a un poquito más que a lo que hace. En segundo lugar, el nivel mostrado hasta ahora por Goran Dragic hace que se le recorten bastantes minutos (hasta el punto de estar muchos partidos sin jugar). Si a esto sumamos que es el tercer base en la rotación por detrás de Sebastian Telfair, el resultado es pésimo.

Para analizar fríamente sus números en un paso más, en la D-League con los Bakersfield Jam no está haciendo sino confirmar lo que demostró en NCAA. Superdotado en la capacidad del pase pero pecando en su apartado anotador. Desde luego, un estilo totalmente opuesto a lo visto hasta ahora por otros como Damian Lillard. De hecho, es un jugador que se le ve que no le gusta asumir ningún papel anotador... y eso, tarde o temprano en la NBA, se paga muy caro. Por poner un ejemplo, eso se lo puede permitir Jason Kidd (de hecho sus últimos años es lo que hizo). Pero un rookie con tanta clase para pasar y leer el juego como Kendall Marshall no puede ni debe quedarse ahí. 

Por eso es por lo que creo que al joven Kendall Marshall hay que darle minutos y tener paciencia con él, porque tiene aptitudes sobradas para ser un gran base.. Un jugador necesita minutos, y aunque sea en la D-League, no es exactamente lo mismo. El ex Tar Heel necesita saberse capaz de competir a un nivel exigente como la NBA. Hacerse valer por su tremenda capacidad para ver el juego y para pasar y pulir otros aspectos como el anotador. Deseo que tenga pronto una oportunidad que aleje de ese ostracismo NBA a Kendall Marshall.




Fuentes de apoyo: www.nba.com  http://www.nba.com/dleague/playerfile/kendall_marshall/career_stats.html http://statsheet.com/mcb/players/player/north-carolina/kendall-marshall
Fotografías: http://dishingtherock.com/34085/2012-nba-draft-prospect-stock-watch-kendall-marshall/ http://www.nba.com/playerfile/kendall_marshall/

martes, 18 de diciembre de 2012

Thunder: hay mucha vida sin Harden

Cuando en esta temporada James Harden abandonaba la nave Thunder se abrió un debate de si saldría ganando la franquicia o el jugador. La franquicia apostaba por mantener su bloque en la pintura y dejar escapar a su baluarte desde el banquillo. Todavía es muy pronto para establecer tal afirmación hacia si ha ganado el equipo o el jugador, pero sí que está clara una cosa: Oklahoma está demostrando que tiene mucha vida sin James Harden. 

Tiene tanta vida porque su estrella, Kevin Durant  (pese a bajar sus números con respecto a cómo terminó la temporada pasada) es un superclase, un seguro de vida en el equipo. Parece mentira que un jugador del que, en principio, transmita tan poco físicamente al verlo, posea una calidad inmensa equiparable al top 3 de jugones en la liga. Capaz de anotar desde cualquier ángulo, posición y manera; con un tiro letal y muy rápido a la hora de ejecutarlo; y todo ello con un gran porcentaje de acierto. Sus mates espectaculares, sus entradas casi imparables y su don para ser un 2,06 con tanta habilidad es digno su reconocimiento de estrella. En defensa tampoco se queda corto: su salto cualitativo para poner tapones o su físico para robar balones le hacen ser el jugador completo.

Los Thunder tienen tanta vida porque, pese a su profunda y absoluta irregularidad, Russell Westbrook tiene partidos en los que resulta un lujo contar con él. Ya hablamos de él por aquí, por lo que poco hay que profundizar. Simplemente señalar que dado su espectacular físico, puede ser un jugador fundamental si amuebla su cabeza.

Insisto: siguen teniendo mucha vida los Thunder porque mantienen a su bloque en la pintura. La labor oscura que realiza Kendrick Perkins es impagable. Defensa, aparición, crear molestias a todos los rivales en la zona. Dado su escaso bagaje anotador, su rol definido es aprovechado a la perfección por la franquicia. Y por supuesto, uno de los nombres más de moda: Serge Ibaka. Otro de los jugadores que ha evolucionado extraordinariamente bien de un año para otro. Incorpora recursos anotadores como los tiros a media distancia con grandísimos resultados, mantiene su espectacular físico tanto en ataque (mates) como en defensa (tapones, pese a que suele caer en las fintas de tiro). Además su evolución le permite ahora usar mucho más la cabeza para ver sus opciones en el tiro o realizar pantallas o bloqueos. No es lo que Serge Ibaka ha evolucionado lo que le da mucha vida a Thunder (que también), sino que todas las facetas descritas en este párrafo no sería posible conjuntarlas si estuviera James Harden con Oklahoma.

Sí. Como ya viene siendo habitual, un equipo es un equipo gracias al complemento de los que no están en el trono del estrellato pero que hacen otra labor fantástica. Kevin Martin, como definición de anotador puro, está dando muy buenos réditos a la franquicia. Sale desde el banquillo para sumar en gran medida por su anotación, lo que le hace un buen complemento. Dentro de este maremágnum de jugadores tapados, hay que destacar a Tabo Sefolosha. Ni muchísimo menos por su anotación pero sí por su defensa (qué importante es tener en un equipo jugadores que defiendan). Y tanto Eric Maynor como base y Nick Collison por dentro para dar descanso son dos jugadores absolutamente idóneos para su rol. Trabajo eficaz, sin alardes pero de manera responsable. Justo lo que necesita una franquicia que necesita tener a todos y que puedan hacer de todo.



Por todo lo dicho, parece que Thunder no va en el camino equivocado aún sin Harden. Es cierto que comparándolo con su cambio natural (Kevin Martin) el actual jugador de los Rockets es mucho más completo, eso es innegable. Pero también es cierto que el trade no le ha sentado nada mal a la franquicia dada la situación en la que se encontraba. Lo idóneo es que hubiera podido mantener el bloque del año pasado que llegó a las Finales pero ya se sabe (Poderoso caballero es Don Dinero). Por eso, dentro de lo que cabe, Kevin Martin es una apuesta que ciertamente resulta atractiva para complementar a una plantilla que sigue manteniendo sus aspiraciones de anillo. Y además cohesionando su juego interior. 

Estos Thunder empiezan ya a carburar. Parece que después de todo en los Oklahoma City Thunder sigue habiendo mucha vida sin James Harden.





Fuente de apoyo: www.nba.com
Fotografía: http://mibahia.net/?tag=kevin-durant http://www.examiner.com/article/oklahoma-city-thunder-star-kevin-martin-talks-james-harden

lunes, 17 de diciembre de 2012

La plenitud del triple doble

En la NBA las estadísticas muchas veces miden a un jugador. Es lo que defienden cuando hablan de un jugador los llamados boxscoristas. Lo único importante son los números, sin medir los llamados intangibles del baloncesto. Dentro de que la estadística muchas veces puede engañar, existe un registro muy fiable cuando se trata de analizar la labor de un jugador en un partido. El triple doble representa la plenitud para cualquiera que se dedique a esto del baloncesto. Pocas veces falla ver que hay dobles dígitos en 3 facetas positivas distintas del juego. Jose Manuel Calderón lo ha logrado recientemente 2 veces este año demostrando que es de los mejores bases puros como concepto en el baloncesto. Pero durante la historia hubo verdaderos magos dentro del top 5 en esta faceta.

Como no podía ser de otra manera en quinta posición se encuentra la leyenda de los Celtics y máximo anotador durante un partido con los verdes, Larry Bird. Resulta evidente que la anotación del natural de Indiana llegase en forma de triples, pero también sabía hacer muchas más cosas. Pasaba la pelota con bastante habilidad y elegancia, siendo no solo un genial y mortífero tirador de 3 sino un gran pasador. Sin duda alguna su posición de alero alto con 2,06 de estatura ayudaba a capturar esos rebotes. Hay que tener en cuenta que dada su posición y su altura, lo más normal es que cumplimentase los 10 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias o más. 59 triples dobles le contemplan.

En cuarto lugar está un mito sobre el que habrá que hablar largo y tendido. Una estrella que, de momento, es el único que puede osar en discutir a Michael Jordan (quien por cierto no está por aquí) su condición de mejor jugador en la historia de la NBA. Wilt Chamberlain era un coloso bajo los tableros tanto defensiva como ofensivamente. No es de extrañar que los puntos y los rebotes los tuviera cumplimentados siempre con dobles dígitos. Las asistencias cuesta más pensarlo, pero su faceta taponadora también era brutal. Aquí hay que incidir en un aspecto: antes de 1970 nunca se contabilizaron los tapones en las estadísticas, pero muchos hablan de que el hombre de los 100 puntos realizó más triples dobles en puntos, rebotes y tapones que lo que las estadísticas propiamente pueden reflejar. No obstante, Wilt ha sido el único en realizar la hazaña del "doble triple doble": 22 puntos 25 rebotes y 21 asistencias en 1968. Como para dudar de sus 78 triples dobles en su carrera.

El tercero de este top 5 es el único jugador en activo. El actual base de los New York Knicks, Jason Kidd, durante mucho tiempo fue el rey de esta faceta, llegando a promediar 6 triples dobles por año a lo largo de 4 temporadas. Fueron sus años gloriosos en los ya extinguidos New Jersey Nets. Aquel equipo citado de carrerilla en sus 4 posiciones fijas con Jason Kidd, Kerry Kittles, Richard Jefferson y Kenyon Martin. Un equipo que dominó la Conferencia Este durante 2 años siendo vapuleados en las Finales de 1999 por los Spurs de Duncan y Robinson y posteriormente en 2000 por los Lakers de Kobe y Shaq. Jason Kidd reconoció en un entrevista que "realizar un triple doble da sensación de plenitud, de hacer bien tu trabajo con los compañeros". La capacidad de asistencias de Jason Kidd está fuera de toda duda. Uno de los mayores magos del pase. Cuando físicamente estaba mejor, los rebotes también le ayudaban. Eso, y que en New Jersey muchas veces no había un Center capaz de ello. Es difícil pensar actualmente en un Jason Kidd más anotador, pero lo hubo. Casi 19 puntos por partido en la 2002-2003. Lleva 106 triples dobles pero parece que no se moverá de su tercera posición dado quién tiene delante y la distancia que guarda.

Earvin Magic Johnson, una eminencia de este deporte, el mejor base en la historia de la NBA y uno de los 5 jugadores que ha tenido la liga. Como bien describía su apodo, era pura magia sobre una cancha. Pases inverosímiles, visión de juego, carisma y liderazgo. Capaz de anotar desde lejos y desde cerca con su baby hook ganador del anillo. Capaz de jugar como rookie en una final en la que el título está en juego y en vez de actuar de base, actuar como pívot dado su físico. La perfecta definición de magia encarnado en un jugador de baloncesto. Alcanzó los 138 triples dobles en su carrera y es el líder de triples dobles en la historia de los Playoff, llegando a 30.

En la cúspide está un ciclón del triple doble. Un jugador del que no hay muchas referencias visuales pero de la que su estadística es arrolladora. Aquel al que poca justicia hacen las imágenes pero mucho la estadística. Hablamos del rey del triple doble por antonomasia: The Big O, Oscar Robertson. El único jugador en la historia de la NBA en mediar tal hazaña en 1962: 30'8 puntos 11'4 asistencias y 12'5 rebotes. Sencillamente brutal. Con suma capacidad para anotar y la predisposición del base a la hora de asistir, su más que reseñable 1,96 de altura (Michael Jordan mide 1,98) le ayudaba a la última de la faceta que le quedaba. Un jugador histórico que como no puede ser de otra manera, además de un rincón en el Hall of Fame, fue rookie del año, MVP y ganador del anillo. 181 triples dobles le contemplan.


Jason Kidd decía que la realización del triple doble otorga plenitud. Quizá también sea esa misma plenitud la que sienten jugadores que van por el buen camino como Rajon Rondo o LeBron James, muy dados a esta estadística. Una cosa está clara: si un jugador se siente realizado con la gesta, sus compañeros están encantados y los que lo ven se sienten orgullosos de ello. Sí. Es la plenitud para todos del triple doble.





Fuentes de apoyo: www.nba.com
Fotografías: http://www.sportswriters.net/usbwa/awards/oscar/index.html  http://newspaper.li/jason-kidd/ http://www.insidehoops.com/forum/showthread.php?t=238181 www.marca.com

domingo, 16 de diciembre de 2012

La esencia de Ricky Rubio

Nadie pensaba, cuando Ricky Rubio pisó por primera vez las canchas de la NBA, que el español tendría un impacto tan temprano en la liga norteamericana. Todos conocíamos su potencial y la fuerte apuesta de Minnesota Timberwolves por hacerse con los servicios del catalán, pero el poco tiempo que ha tardado en hacerse un hueco (mediática como baloncestísticamente) sorprendió a todos. Ayer volvió de la fatídica lesión en su partido contra Lakers que le dejó un tiempo fuera de las canchas. Lo positivo no es que volviera  jugando y con victoria de su equipo (que también), sino el cómo. Ricky Rubio, después de 281 días, no ha perdido su alma, esa esencia que solo le caracteriza a él para jugar al baloncesto.

Hay que recordar que Rubio es jugador de segundo año y tiene, como todo sophomore que se precie, varios aspectos que mejorar (sin que la lesión haya afectado). La defensa que pueda hacer a jugadores físicamente superiores a él (Westbrook por ejemplo) es un debe que, si no especializarse, sí mejorarlo. Además, Ricky necesita transformar todo el poder de mando que tiene en la franquicia también en puntos vitales para su equipo. Necesita ganar mayor capacidad anotadora, sobre todo tirando desde fuera. Que los rivales también consideren que el español es un peligro anotador.

Pero quedémonos con lo bueno que ha sido su regreso: parece que no se hubiera lesionado nunca porque ha vuelto con la misma calidad y con el mismo carácter. En primer lugar sigue siendo el eje vital por donde radica el juego de los Wolves. Cuando está él en pista la pelota tiene que pasar por sus manos, por su organización a los compañeros para facilitar cortes, huecos y pases. Segundo, tiene el don de ver el baloncesto mucho mejor que los demás. No es solo que Ricky bote la pelota, sino qué es lo que hace mientras bota. No amasa posesión porque no sabe que hacer, sino que mantiene la bola esperando el momento justo de la asistencia perfecta. En tercer lugar sabe cuando tiene que dirigir y cuando tiene que pasar a espacios abiertos. Para la cantidad de veces que lo hace, asume muy pocas pérdidas. Además, es muy inteligente y si sabe que tiene que tirar, tira (aunque no confíe en su tiro desde lejos) para que los rivales no le floten sistemáticamente. El quinto aspecto a destacar es la corrección de su pase. Si un pase tiene que ser fuerte y de pecho para que el lanzador reciba y tire, así es. Si tiene que ser picado para evitar a dos rivales, así es. Si tiene que ser bombeado con mucha curva, adelante; y si tiene que rematar un alle oop para qué más. Pero si encima de todo esto es capaz de asistir con espectacularidad, qué mejor manera de cerrar su círculo de cualidades.

Pero Ricky Rubio no solamente es su capacidad para el pase. Parte de esa esencia es su carácter de líder para dirigir un partido, un descaro a la altura de los cracks. En el partido de ayer los Wolves caían de 10 y la salida de Rubio los devolvió a la vida. No solo por la frescura en el juego o por los pases, sino porque sobre la pista todo era mucho más fácil. Todos estaban organizados y los tiros sencillos se sucedían uno tras otro. El español los encontraba, además, con más de un pase por la espalda. Por supuesto, este alma de líder es un importante intangible para un equipo que, con toda la enfermería curada, aspira por un puesto en Playoff. Incluso una revolución cada vez que sale a la pista, porque no solamente se mete el equipo sino que el público ya lo hace. Rubio, además de pase, liderazgo y merchandising "del bueno", es un alma joven con una proyección brutal.

Parte de esto es lo que Ricky dio cuando llegó a la NBA y parte de esto es lo que Ricky dio ayer (ojalá podamos ver muchísimas cosas destacables de él). Una lección de cómo ser un base puro práctico, espectacular y eficaz. Bota cuando es necesario, pero cuando no lo es no duda en dar el pase. En el momento en que Rubio mejore su tiro e intente explotar levemente una faceta anotadora, será más difícil de defender en todos los aspectos. No obstante, si algo bueno tiene Wolves, es que posee auténticos jugones con muchísima clase para conseguir esa anotación. De momento la buena noticia es, que pese a la lesión, hay algo que siempre está en él intacto y que es innato su don para liderar, asistir, comandar un equipo y realizar absolutamente todo con unos resultados de bella factura. Sí, esa es la esencia de Ricky Rubio.





Fuente de apoyo: www.nba.com
Fotografía: http://www.vavel.com/es/baloncesto/nba/199997-ricky-rubio-recibe-el-alta-medica.html

sábado, 15 de diciembre de 2012

La eterna juventud del nadador Tim Duncan

El que actualmente es uno de los mejores 4 en la historia de la NBA a sus 36 años sigue dando recitales. Tim Duncan, que parece que no pasan los años por él, noche tras noche (promedia más de 17 puntos y 10 rebotes) se antoja clave en los partidos de su equipo. Un jugador que posee absolutamente de todo, que será con el tiempo Hall of Fame, que puede presumir de éxito rotundo tanto individual como colectivo y que mantiene la esencia de su juego. San Antonio Spurs tiene suerte de contar con un jugador que parece que no envejece. Vive una eterna juventud en la cancha, pero es curioso: no fue el baloncesto (a diferencia de muchos) su plena dedicación cuando era joven.

Natural de Islas Vírgenes, Duncan fue un gran estudiante en el colegio y a los 8 años tuvo que avanzar un curso debido a su precocidad para las clases. Eso sí, una de sus pasiones eran los deportes y en su familia era algo normal tener un cuerpo atlético y fibroso. Lejos de querer dedicarse al baloncesto, lo que realmente le gustaba a Tim era la natación (y lo que aquí vivió fue muy importante para su fiolosofía aplicada al baloncesto). Sus largos brazos y su desarrollo corporal le permitieron despuntar como uno de los mejores, consiguiendo una gran coordinación de su cuerpo pese a su altura, recibiendo constantemente el apoyo de sus padres. Ajeno a sus dotes físicos, era capaz de analizar con críticas positivas lo que hacía mal para mejorarlo y lo que hacía bien para potenciarlo. De hecho apuntaba al equipo estadounidense de natación para los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Era especialmente bueno en la modalidad de 400, llegando a batir varios récords con 12 y 13 años. 

Sin embargo en 1989 el Huracán Hugo destruyó la única piscina olímpica en Islas Vírgenes. De esa manera se quedó sin ninguna posibilidad de continuar con su sueño. El posterior fallecimiento de su madre cuando Tim iba a cumplir 14 años cambió sus metas. Le alejó de todo lo que tenía que ver con su pasado. Nadaba sin ganas, sin afán de competir y sin ilusión. Además su miedo atroz a los tiburones le impedían practicar en el mar. Con la intención de alejarse de su sufrimiento, recurrió al deporte que por lógica física más le podía convencer. Le regalaron una canasta para matar su tiempo libre, y le cogió el gusto. Tim Duncan se había decantado por el baloncesto.

A partir de entonces los aficionados a la NBA estaban de enhorabuena. Como buen estudiante que era cumplió a la perfección el ciclo de instituto y de universidad, sin querer saltarse ningún paso. En St. Dunstan's Episcopal High School terminó con unos promedios de 25 puntos, 12 rebotes y 5 tapones. Chris King convenció a Dave Odom, entrenador de Wake Forest, para hacerse con el chico. Como no podía ser de otra forma batió registros en la NCAA, y acabó su periplo universitario con una media de 16'5 puntos y 12'3 rebotes. Los aficionados se dieron cuenta de su gran coordinación pese a medir 2'17 y pesar 110. La práctica de la natación le había ayudado a un perfecto control de su cuerpo. Tim Duncan apuntaba ya muy buenas maneras.

Y sí. Finalmente llegó a la mejor liga de baloncesto del mundo. 1997 vio el resurgir de un momento histórico e inolvidable en la franquicia tejana. David Robinson y Tim Duncan unieron sus fuerzas. El resto, como todos sabéis, es historia. Rookie del año, 2 MVP de Regular Season, 3 MVP de las Finales, 4 anillos.

Cualquier párrafo descriptivo se antojaría corto para hablar de las cualidades baloncestísticas de Tim Duncan. "Mister Fundamental" es la definición del ala pívot por antonomasia. Alto para rebotear y sacar ventaja en la zona. Ágil para moverse por la pista. Clase para dejar a los rivales en la pintura con la boca abierta. Gancho cuando está cerca del aro para anotar fácil. Mate cuando la situación lo requiere: fuerte, eficaz y efectivo, sin alardes pero con potencia. Tiro, desde media distancia, limpia o a tabla (da igual), como uno de sus recursos. Todavía me entra la risa cuando leo que el mejor lanzador de media distancia actualmente es Serge Ibaka (un poco de perspectiva, por favor). Y todas estas cualidades con 36 años de edad las sigue manteniendo. Y encima hombre elegante, ha militado sus 15 temporadas en San Antonio Spurs, un one club men en toda regla.

A día de hoy Tim Duncan no se cansa de "nadar". Algo más que un deportista. Una gran persona que creó en 2001 la Tim Duncan Foundation en San Antonio, encargada de dar reconocimiento a los buenos estudiantes que demuestran fuertes valores y responsabilidades con la sociedad. Un buen hombre con una filosofía pulcra de trabajo. Alguien que tuvo que cambiar de pasión debido a las circunstancias, desarrollando una gran madurez. Más allá de su indudable calidad como jugador de baloncesto, Tim Duncan tuvo que rehacerse a sí mismo en su juventud. Casi 28 años después, parece que la sigue viviendo. 

Todos los aficionados al baloncesto tenemos que dar gracias. Un huracán destruyó sus sueños pero la NBA y sus fans le crearon otro. Disfrutar del que es de los mejores 4 de la historia es un privilegio histórico. Su juventud gozó de un excelso nadador. Es de justicia, para él y para todos, que ahora el mundo goce de un gran jugador de baloncesto. Gracias, baloncesto (que diría Michael Jordan): diste alas a una persona con carácter justo que se merecía ser lo que es en la vida; un luchador y un triunfador de buen corazón que cambió sus metas. Que el destino no se portó mal con él, simplemente quería que tuviera algo mejor. Gracias, baloncesto, por hacer al hombre tranquilo, ganador, modesto, trabajador. Gracias baloncesto, por permitirnos apreciar la eterna juventud de Tim Duncan.






Fuentes de apoyo: www.nba.com  www.espn.go.com  www.jockbio.com
Fotografías: http://wakeforest.scout.com/2/109118.html    http://nbaavenue.blogspot.com.es/2012/07/tim-duncan-nacido-para-triunfar.html   http://www.totalprosports.com/2012/05/21/15-pro-athletes-who-could-be-playing-other-sports/#16     http://texasswimming.blogspot.com.es/2011/04/duncan-training-for-2012.html

viernes, 14 de diciembre de 2012

El equilibrio de Golden State Warriors

Quien pensara que la Conferencia Oeste no iba a tener mucha historia esta temporada estaba, de momento, totalmente equivocado. De entre todo el poder desplegado por Thunder, Spurs, Grizzlies o Clippers se ha colado un extraordinario invitado que bien merece un capítulo aparte: Golden State Warriors. Una plantilla que destaca por su gran labor conjunta pero sobre todo por el equilibrio entre todos sus integrantes con los que consiguen ganar los partidos como un equipo. Una plantilla con un roster muy bien compensado.

Como toda gran plantilla, que sería de ella sin un buen playmaker. Pues para pedir que no quede, porque empiezan teniendo uno de los mejores bases de la liga: Stephen Curry. Un guard rápido, hábil con el balón, atlético, muy inteligente, con gran visión de juego, capaz de realizar los mejores crossovers y con un tiro espectacular (de tres también, por supuesto). A su lado un escolta que no desentone. No es ninguna mega estrella, pero Klay Thompson cumple con su papel de titular. Un jugador anotador tanto penetrador como triplista, mermado el año pasado por la presencia de Monta Ellis, un arma perfecta en el que Curry puede apoyarse, un backcourt perfectamente equilibrado.

Como tercero en discordia se encuentra un jugador joven y de gran proyección. Un 3 que dejó muy buenas sensaciones el año pasado en NCAA, incluso actuando de 4, como Harrison Barnes. Atlético, con tiro de media distancia y con mucha proyección de futuro (y no es el único joven con el que cuenta la franquicia) . En la posición titular de ala-pívot un jugador  de absolutas garantías: David Lee. Anota y rebotea a partes iguales y es una de las piezas clave en la franquicia. Un interior con buenos movimientos, corpulencia y con calidad suficiente en el poste para ser el clásico 20-10 que querría todo equipo. Sí que es verdad que en la posición de Center no destaca especialmente Festus Ezeli. Un pívot más dedicado a hacer acto de presencia en la zona con sus 2,11 que a anotar. Pese a ello, vemos que Golden State Warriors tiene un compensado quinteto titular, donde el que no anota se dedica a otra faceta.

Por supuesto cuando hablamos de una franquicia compensada tenemos que hacer referencia obligatoriamente a su banquillo. Ningún conjunto que funcione como equipo ha conseguido el éxito sin que los hombres de refresco aporten, y Golden State no es una excepción. Ese buen equilibrio de Golden State llega hasta su banquillo, en el que hay un núcleo más importante y otro que esporádicamente responde si se le necesita. Como no podía ser de otra forma, un base titular bien merece cierto respaldo por un buen base suplente. Jarret Jack, que realizó su mejor campaña el año pasado en New Orleans, llegó con unos promedios razonablemente buenos para aportar minutos de calidad como suplente con buen tiro y sin renunciar al pase. Por otro lado, Carl Landry como exterior alto representa al anotador más fiable que tienen con los minutos de calidad. Sin destacar especialmente, es un valor seguro cada vez que pisa la cancha para dar refresco. El trío del núcleo duro lo cierra curiosamente otro rookie: Draymond Green. El de Michigan State tiene un físico potente, lo que le permite jugar tanto de 3 como de 4. Además, tiene una gran habilidad para cumplir un gran papel en las facetas que se le pidan: anotar, rebotear o asistir. Otro que en un futuro puede despegar de manera exitosa.

Tras el trío fundamental, están los hombres que no destacan o lo hacen de manera menos habitual, pero aunando su labor consiguen que el equipo gane. Jugadores como el olvidado Richard Jefferson, Charles Jenkins o Andris Biedrins. Un pívot de 2'13 que con minutos pudiera aportar poderío en el rebote y algo de anotación. Y hasta estos últimos jugadores están comandados por el hombre que ha dado más asistencias en la historia de la NBA por detrás de John Stockton y Jason Kidd. Mark Jackson es el encargado de que todas estas piezas estén engrasadas para que funcionen al nivel que están demostrando.

Pero hay un último apartado en el que frotarse las manos. Lo que está exhibiendo Warriors no es el 100% de su plantilla: faltan los lesionados en pleno auge. Contando con que Brandon Rush es un complemento perfectamente válido para una franquicia como la californiana, el que está afilando sus dientes es Andrew Bogut. El flamante nuevo fichaje apenas ha podido disfrutar en Golden State, pero cuando lo haga y si está al nivel que mostró en Bucks, Warriors puede ser un equipo todavía más fuerte sobre el parquet. Con la pintura de David Lee y el propio Bogut, Golden State Warriors tendría una de las pinturas más eficaces, potentes y seguras de toda la NBA.

Estos son los Warriors y ésta parece ser su apuesta. Una apuesta de equipo, de jugadores buenos, medios y de obreros. En definitiva, un conjunto que alcanza el punto exacto en una balanza. Un equipo que se mide por los jugadores idóneos y roles definidos en cada posición. Es el equilibrio de Golden State Warriors.





Fuente de apoyo: www.nba.com
Fotografías: http://blogatthebuzzer.blogspot.com.es/2012/10/analisis-temporada-20122013-conferencia_15.html  http://www.fantasybasketballmoneyleagues.com/2012/11/25/warriors-big-19-2-run-too-much-for-timberwolves/  http://www.tumblr.com/tagged/jarrett-jack

jueves, 13 de diciembre de 2012

La evolución de Blake Griffin

Los Ángeles Clippers están viviendo un dulce momento esta temporada. El hecho de tener en tus filas a un base con la habilidad y la calidad de Chris Paul ya de por sí es una buena predisposición. Si además consigues que algunos de tus hombres colaboren en una buena labor grupal (DeAndre, Butler) y otros que desde el banquillo consigan oxigenar (Odom, Crawford, Bledsoe, Barnes) el resultado es una mezcla muy interesante. Sin embargo, de entre toda la plantilla, hay que destacar a uno que lo está haciendo especialmente bien. No solo por sus números, sino por la evolución que ha tenido: Blake Griffin.

Natural de Oklahoma, conviene recordar que fue seleccionado como número 1 del draft por los Clippers. Es decir, desde el comienzo ya se esperaba mucho de él. Ya se sabe que no siempre los números 1 triunfan y más si juegan de interior (Greg Oden por lesión una y otra vez o Kwame Brown por inoperancia baloncestística son una muestra de ello: la perfecta definición de "cacho de carne"). Su desafortunada lesión en el año 2009 le obligó a postergar su debut en la NBA hasta el 2010, pero a pesar de ello cumplió con las expectativas creadas en torno a su figura.

Blake Griffin se convirtió al poco tiempo en un maestro de lo que todo el mundo conocía que podía explotar. Al igual que ya hablamos con respecto a Damian Lillard y las deficiencias lógicas de los rookies, Griffin no iba a ser menos. Destacó ofensivamente en lo que se esperaba, pero con unas importantes limitaciones. Fue un jugador que sobre todo en su primer año se basó única y exclusivamente en su físico. Su imponente capacidad atlética y su altura de 2,08 cm le permitían arrollar a los rivales cuando encaraba el aro, realizando mates verdaderamente espectaculares, dignos de póster. Sin embargo, en sus dos primeros años en la NBA ha sido eso: puro físico. Un jugador totalmente perdido en la pintura si le defienden a media distancia y un jugador desaprovechable porque solamente se valía del mate. Un interior que al quitarle su particular acción (espectacular y eficaz, pero limitada al fin y al cabo) hacía que su anotación bajara drásticamente.

Algo más de dos años ha tardado Blake Griffin en mejorarse a sí mismo. Es evidente que ni el jugador más potente en la pintura (ni el mismísimo Shaq) puede vivir de un solo, único y aislado recurso como el mate. Por eso el jugador de los Clippers ha dado un paso más y este año ha incorporado a su juego ciertos aspectos que hace que mejore tanto como jugador como en importancia para el equipo. Ahora se le ve realizar algo más que mates brutales. En los partidos está probando de vez en cuando su tiro desde 5-6 metros, a veces incluso a tabla, con resultados bastante sorprendentes (supera el 50% en tiros de campo). También se atreve tímidamente con algún gancho, aunque lo emplea con mucha menos asiduidad. A su juego de tiro también ha incorporado la calma para jugar la pelota, debido a que ahora es más peligroso por un mayor abanico de opciones para atacar el aro. Ya no solo se resume en finta, tres pasos y salto para machacar. Ahora espera a ver alguna opción más, si tiene tiro o si puede penetrar. Incluso hace dos partidos se atrevió con un triple que anotó. Además, todo esto se ha traducido en que sus compañeros le buscan más en la pintura, sabiendo que puede desequilibrar de más maneras.

De esta evolución positiva en el juego de Blake Griffin se desprende un dato curioso. Este es el año que peores promedios está realizando pero en el que su equipo más victorias está consiguiendo. Es parcialmente ventajista hablar de un porcentaje de victorias estable en la franquicia californiana a estas alturas, pero sí que es cierto que esta evolución de Griffin (ya no es solo un jugador capaz de machacar) ha hecho que los Clippers incrementen también sus opciones a la hora de ganar partidos. Ya se sabe que en esto del baloncesto un jugador te gana partidos, pero que un equipo te gana campeonatos. A ello hay que sumar, eso sí, que Los Ángeles Clippers se encuentran en un gran momento de forma. Qué mejor manera de seguir por esta senda que contemplando la buena evolución de Blake Griffin.






Fuentes de apoyo: www.nba.com
Fotografías: http://www.celebritiesheight.com/blake-griffin-height-and-weight/   http://www.sportsgrid.com/nba/best-blake-griffin-dunks/#2

miércoles, 12 de diciembre de 2012

La inteligencia de LeBron para callar a Barkley

No es ninguna novedad que a Charles Barkley le gusta más rajar que a los rivales hacer falta a Dwight Howard (merecido lo tiene, así mejorará en los tiros libres). Su colección de "perlas" a lo largo de su existencia dentro y fuera de la NBA es amplia (tanto que posteriormente merecerá una única entrada de blog). En una de sus muchísimas palabras que pronuncia, Sir Charles se ha colado en un terreno peligroso, más que nada porque además de meterse con Wade, se ha topado en medio de las declaraciones con uno de los mejores jugadores sobre la pista (y por ende menos críticable en su juego): LeBron James. A estas alturas de la película, el alero de los Heat ha demostrado mucha cabeza para responder a Charles.

Lo cierto es que Barkley tiene mucho que perder cuando se toca el orgullo de un jugador poseedor del anillo ("no subestimes el corazón de un campeón", que diría Rudy Tomjanovich) y cuando las oportunidades para redimirse, las situaciones para mejorar o las estadísticas están ahí. El ex miembro del Dream Team se refirió recientemente a Wade declarando que el jugador "está comenzando a perder su habilidad atlética". Más concretamente se refirió a que "ya no se le ve esa capacidad explosiva y termina sus acciones con bandejas o tiros a media distancia". "Debido a esto ha tenido que cambiar su juego para estar por debajo de sus posibilidades. No va a ser el mismo". 

Como no podía ser de otra manera, Barkley recibió horas después a la ley de Murphy llamando a su puerta. En primer lugar, si alguien salvó el partido que hizo Miami Heat ante Atlanta Hawks fueron LeBron James y Dwyane Wade (y no precisamente con bandejas). Ya hablamos aquí del espectacular momento de LeBron, pero los dos últimos partidos que ha encadenado Wade se merece de todo menos críticas. Tras el encuentro, James respondió a Barkley de una manera inteligente: "Creo que Barkley tiene que callarse. Wade está lanzando en un 80% en tiros de campo en los últimos dos partidos. ¿Es una locura verdad? Esa es la razón por la que él es quien es. Increíble."

Si digo que James fue inteligente respondiendo es porque, en primer lugar, respondió con hechos y datos y no con opiniones ni conjeturas. También porque no le faltó a Barkley al respeto en ningún momento. En tercer lugar y pensado de manera egoísta, Barkley no puede contestar a LeBron por ningún aspecto de su juego dado el nivel que está exhibiendo. Y por último la estrella de los Heat realizó una labor de salvaguardar a su compañero de toda crítica al mismo tiempo que lo motivaba para demostrar que LeBron está en lo cierto con su amigo. Esto es una prueba más de que LeBron James ha madurado como persona. Contestaciones con lógica, con cabeza, con muchos cometidos, sin meterse con nadie pero ayudando a que la dinámica del equipo sea positiva. Incluso dando un razonable puñetazo en la mesa para, cual león, marcar el territorio donde nadie debe meterse.

Es lógico que un tipo como Barkley dijera eso. Se le juntaron varios factores más o menos razonables. Primero porque no vamos a negar que Dwyane Wade lo estuviera haciendo especialmente bien en este inicio de campaña. Aunque claro, normalmente un analista  intenta no pillarse los dedos en sus declaraciones o críticas y en este caso decide esperar algunos partidos más para hacer juicios tan severos como que Wade ya no es el de antes. Pero quienes conocen de verdad a Charles saben que a él eso le da igual y que no es un analista al uso. Le gusta lanzarse a la piscina con frases que marquen época. Las hay en las que puede salir ganando (como que LeBron James será mejor que Michael Jordan) o perdiendo. Un tío que al hablar de un partido ante un angoleño dice que "le podría haber sacado una lanza" habla del carácter un tanto cómico, un tanto desenfadado que tiene nuestro querido Barkley.

Como al fin y al cabo situaciones de este tipo siempre van a existir en la NBA, lo mejor que se puede hacer es disfrutarlas. Esta vez hemos visto una prueba más de que LeBron James hace tiempo que aprendió muchas lecciones. Su madurez era el complemento que le faltaba. Tuvo mucha inteligencia (incluso elegancia) para callar a Barkley. 









Fuentes de apoyo: http://hangtime.blogs.nba.com/2012/12/11/lebron-in-defense-of-dwade/?ls=iref:nbahpt6a
http://www.cbssports.com/nba/blog/eye-on-basketball/21361408/lebron-james-thinks-charles-barkley-should-be-quiet-about-dwyane-wade  
Fotografía: http://www.cbssports.com/nba/blog/eye-on-basketball/21361408/lebron-james-thinks-charles-barkley-should-be-quiet-about-dwyane-wade    http://www.endeportes.net/basketball-dwyane-y-lebron-se-combinan-para-guiar-al-heat/   http://www.tvrage.com/person/id-58873/Charles+Barkley