lunes, 14 de julio de 2014

El enésimo reto de LeBron James




LeBron James vuelve a casa. I'm coming home. Así es como la prestigiosa revista Sport Illustrated titulaba, en exclusiva, la decisión del mejor jugador de baloncesto en la actualidad. El personaje más dominante del mundo de la canasta ha decidido volver donde nació para conquistar el Olimpo que tocó por partida doble hace ya 3 años. Pero en ese regreso del hijo pródigo a Cleveland hay muchos pasajes que analizar. Y todos ellos conforman el enésimo reto de LeBron: ser profeta en la tierra natal.

El primero de ellos es que, nuevamente, LeBron James ha demostrado su dominancia en la NBA a todos los efectos. Mercado, casas de apuestas y proyectos de temporada. No hablamos de un pick n' roll a canasta o de un mate sobre dos contrarios. Hablamos del poder que el de Akron tiene para paralizar, incluso, parte del mundo lúdico. Que el mercado se empezara a mover de manera importante hasta que James tomase una decisión sobre en qué equipo iba a jugar entraba en la lógica. Es alguien sobre el que se puede construir un equipo, y su militancia en una franquicia bien merece un esfuerzo extra en lo económico para seleccionar los mejores acompañantes. Bien sea para retener a jugadores clave tras su marcha (Wade, Bosh), para aspirar de repente a alcanzar grandes cotas (Irving, James, Wiggins...) o para soñar, aunque solamente sea eso (Kobe, LeBron y Melo en Lakers). Ahora bien, que un jugador planifique proyectos de equipos en la NBA es menos normal. Es cierto que Miami no ha dejado de ser, así de repente, un aspirante claro a Finales, pero es incuestionable que pierde opciones de anillo. Por contra, Pat Riley ya se ha tenido que mover para intentar paliar su pérdida. En el caso de Cavaliers es evidente que se frotan las manos. Pese a que tienen mucho trabajo por delante y que no van a ganar el anillo así porque sí ("No estamos listos para ganar ahora mismo un campeonato. Ni de lejos", tal como dijo LeBron James en su vuelta). Pero han generado ilusión y, quien sabe, si mayor rivalidad en la Conferencia Este. Y ya el súmun de la dominancia. Casas de apuestas que paralizan sus hipótesis hasta saber en qué equipo jugará "El elegido". Y es que los Cavaliers pasaron de estar 50-1 a 4-1 en cuanto a sus opciones de anillo para la temporada que viene. Ver para creer.

Lo que tampoco es cuestionable es que su marcha era necesaria para que evolucionara. Todos como humanos que somos nos damos cuentas de las cosas de distintas maneras. Unos las aceptan yendo por un camino y otros por otro. A ojos de los demás y a sus propios ojos, el LeBron James de los Cavaliers con el 23 a la espalda no tiene nada que ver con el 6 de Miami Heat. Y tendrá todavía menos que ver con el 32 de los Cavaliers. 3 LeBron totalmente distintos. Uno para comerse el mundo con el orgullo de un novato. Otro para madurar y conseguir su gloria personal y colectiva. Y otro para poner el cúlmen de quien ha conseguido una parte muy importante de lo que se propuso cuando se quiso dedicar a este deporte. Para ser profeta en su tierra, para devolver la ilusión y la alegría allí donde generó decepción y rencor. El LeBron con el que será el 32 a la espalda ha visto la egolatría, la decepción, la cobardía, la impaciencia, el fallo, la modestia, la fuerza mental, la paciencia, la maduración, la valentía y el éxito. Y todo eso lo ha conseguido gracias a lo que quiso ser en Cavs, lo que fue en Miami y lo que ahora va a ser, de nuevo, en Cleveland. LeBron no ha perdido el tiempo, y son impagables todos esos momentos que ha vivido en la ciudad de Ohio. Le han hecho batir récords, ser mejor persona, ser mejor profesional, e incluso igualarse a Michael Jordan en el mejor año de su vida. Quizá las formas no fueran las adecuadas, pero es que hasta en eso ha evolucionado. Esta vez la decisión fue por una exclusiva y a través de una carta. Haciendo bien las cosas. Maduración es la palabra. Hay que equivocarse para aprender. Él como persona necesitaba todo eso. Puestos a ser puramente analíticos con su juego, LeBron aprendió que es capaz de ser el jugador completo más allá de dar dos saltos para machacar. Que tirar, penetrar, liderar e incluso jugar de las 5 posiciones está solo al alcance de unos pocos como él.

Sin embargo pese a todo esto, donde adquiere mayor significado su enésimo reto personal es en el del sentimiento de saldar deudas. Deudas que no debe, pero que las siente en lo más profundo. Porque si algo tiene LeBron, es que es muy del Nordeste de Ohio. Muy de Akron. Muy de su fundación en ayuda de los más pequeños. Muy de tener un sentimiento que va más allá de ponerse un anillo en un dedo. LeBron James tiene la necesidad de "devolver" algo en su casa, su verdadera casa. Tal y como dice en su carta, "su presencia en Cleveland va más allá del baloncesto". Pese a todas las camisetas de él que los fans quemaron, pese a que "su decisión" fue retransmitida de manera nacional, pese a que su marcha fue comparada por Dan Gilbert con el Enola Gay de Hiroshima, pese a todos los insultos llenos de odio, rencor y daño que ha recibido desde aficionados hasta prensa... pese a todo eso, es consciente de que en el Nordeste de Ohio es "donde creció, donde caminó, donde corrió, donde lloró... donde sangró". 

Y es que un jugador como LeBron James, ajeno a sumar y sumar anillos, pocos desafíos le quedan ya. Su enésima propuesta va más allá de la cantidad. Se centra en la calidad. En la calidad de logar el éxito en la tierra prometida. De ser el mejor profeta en la tierra natal. Y parece que, en efecto, está listo para aceptar el reto. 

Su enésimo reto.



Imágenes:  http://www.informationng.com/2014/07/basketball-lebron-james-announces-cavaliers-home-return.html 
http://www.nydailynews.com/sports/basketball/breaking-lebron-james-tells-si-coming-back-cleveland-article-1.1863352