viernes, 28 de junio de 2013

Algunos apuntes sobre el draft 2013

Concluido el curso baloncestístico 2012-2013, como diría el inigualable Andrés Montes, llegó el momento del draft. Ese escenario, esa oportunidad que todo el mundo desea que llegue para el bien de la NBA. Para los jugadores porque cumplen, en la mayoría de los casos, un auténtico sueño. Para los entrenadores y General Managers, porque pueden ver sus plantillas reforzadas o, en el mejor de los casos para su fortuna, totalmente encaminadas hacia la reconstrucción gracias a este momento. Y para los aficionados porque pueden jugar y hacer cábalas sobre el futuro de, al fin y al cabo, las próximas estrellas en la mejor liga de baloncesto del mundo.

Es cierto que el draft de este año, a priori, no ha tenido ni una claridad en el número 1 ni una calidad destacable nivel "estrella" en cuanto a los jugadores a primera vista, pero algunos lo catalogan como un draft bastante bueno por la cantidad de jugadores gratamente aprovechables, aunque no tengan nivel All Star. Para más concreción, aquí puedes repasar el orden del draft y sus selecciones. Puesto que ya se ha empezado a mover el mercado NBA extraoficialmente, aquí unos pequeños apuntes interesantes:

Un número 1 sorprendente: A nadie se le escapa que la elección como pick 1 de Anthony Bennett ha sido una sorpresa. Hasta el momento todos los expertos y aficionados debatían si Cleveland Cavaliers podía optar por Otto Porter, opción que parecía más lógica, ya que están faltos de un alero de garantías y Porter había dejado muy buenas sensaciones. Otra de las hipótesis que se barajaron fue que, ante la lesión de Anderson Varejao, Cavs siguiera la lógica con Nerlens Noel, aunque hubiera supuesto una arriesgada apuesta. El interior no volverá a las canchas, mínimo, hasta noviembre-diciembre por su lesión de rodilla. Además el jugador de Kentucky ha caído bastante más de lo esperado en este draft. Se barajó, incluso, que la franquicia cediera su pick 1 y a Anderson Varejao para buscar un jugador que les convenciera. Al final la elección fue la de Anthony Bennett, un ala-pívot con un físico superlativo con algunos detalles similares a Zach Randolph, que puede alternar las posiciones de 3-4 (lo que todavía hubiera hecho más lógico escoger a Otto Porter) y al que los más entendidos comparan con el mítico Larry Johnson. Cavs ya había mostrado cierto interés también por la posición de 4 interesándose por Kevin Love. Lo único cierto es que es una elección sorprendente: necesitan un 3 pero buscaron y al final se quedaron con un 4. Veremos como alterna esa posición con Tristan Thompson, otra de las futuras perlas en esta liga.

El seguro de Victor Oladipo: dada su condición de duro físicamente, es un gran aporte en defensa para cualquier equipo y este año ha mejorado más en ataque. Orlando Magic, urgente de reconstrucción, ha apostado en el pick 2 por este escolta que lideró a los Hoosiers este último año en la NCAA. Es un valor seguro para cualquier equipo dada su gran disciplina con un gran equilibrio defensa-ataque, con capacidad para correr al contraataque y lanzar triples.

El perímetro de Washington: Otto Porter, elegido número 3, ha sido uno de los jugadores más jugosos en este draft. Un alero que venía bien a casi cualquier equipo que necesitara reforzar esa posición. Juventud, calidad y mucho futuro en las manos del ya ex de Georgetown. Gracias a su elección, los Wizards plantearán un perímetro tal que John Wall, Bradley Beal y Otto Porter. Perímetro joven, talentoso, muy jugoso y que bien combinados y centrados puede dejar destellos brutales en la liga.

¿Nuevo error de Bobcats?: pensando fríamente la elección del hermano pequeño de los Zeller en el pick 4, solo el tiempo dirá si se trata de un error, porque la apuesta por él puede tener su lógica. De primeras, Cody Zeller ha demostrado más fundamentos en la pintura que Alex Len, uno de los otros aspirantes a ese puesto y que ha terminado por ser el pick 5 de Phoenix (lo que podría limitar las opciones de que Marcin Gortat se quede en Suns el año que viene). Es cierto Zeller que no tiene tanto físico como Len, pero destacan de él lo completo que es, al menos entre los rivales que tenía para su posición en este draft.

Las apuestas de New Orleans Pelicans y Philadelphia 76ers: pese a que han sido Pelicans los que seleccionaron a Nerlens Noel con el bajo pick 6 para las espectativas que creó, New Orleans estaba más interesado en un capitán que timonee su barco. De ahí que Noel fuera directamente hacia Philadelpia 76ers para adquirir en el trueque a Jrue Holiday. Greivis Vasquez y él formarán un gran tándem de bases, pero la llegada de Noel a Philadelphia desbarata la oportunidad de haber visto juntos en la pintura a Nerlens Noel y Anthony Davis. No obstante, la llegada de Noel a los 76ers vuelve a abrir por enésima vez una pregunta algo manida: ¿Qué pasará con Andrew Bynum? De momento va a ser agente libre, sin conceder prioridad al equipo que le ha pagado este año que no ha jugado por lesión, y probará suerte en el mercado al mejor postor. Todo parece indicar que si Philadelphia ha centrado su apuesta en un hombre interior de referencia como Noel, quizá el destino de Andrew Bynum preocupe ya menos. Sobre todo teniendo en cuenta que Philadelphia ha conseguido agenciarse también en el pick 11 a Michael Carter-Williams, un base de casi dos metros de altura con un gran físico y unos largos brazos. Los expertos no lo destacan como un gran anotador ya que tiene que mejorar tanto tiro de media como larga distancia. Sin embargo, su gran físico dado el puesto de base hace que saque ventaja con robos de balón y rebotes. Sumado a un destacado anotador como Nate Walters, hace que los Sixers sean una de las franquicias que mejor se han movido. Además tendrán dos elecciones para el draft del año que viene.

Ben McLemore pide paso: Sorprendente caída hasta el pick 7 de uno de los aspirantes a número 1 en muchas de las fases del año. Ben McLemore llega a Sacramento Kings para dar tiro exterior, físico y, en definitiva, talento. Dada su posición de base, habrá que ver cuál es el próximo destino de Tyreke Evans. 

Sangre canadiense para reconstruir Boston: Además del tema que está en boca de todos con ese traspaso de Jason Terry, Paul Pierce y Kevin Garnett con Brooklyn (quienes solo han optado por escoger a Mason Plumlee tras las piezas ofrecidas en la pintura a Boston), el equipo de Danny Ainge ha buscado en el draft a su perlita particular. Lo ha hecho con el pick 13 que le han cedido los Dallas Mavericks. Se trata del pívot de Canadá Kelly Olynyk. No destaca especialmente por su rebote (uno de los puntos más débiles) pero es un jugador con muchos fundamentos en el poste y gran capacidad anotadora. Además, los Celtics necesitan juventud y pintura, algo que Olynyk reúne a la perfección.

Potencial All Star para Wolves y Jazz: Varios entendidos no han dudado de calificar de "potencial All Star" a Shabazz Muhammad y a Trey Burke. Minnesota Timberwolves escogió inicialmente al base Trey Burke en pick 9, pero lo traspasaron a los Jazz en favor de Shabazz Muhammad. Ambos parecen haberse hecho un favor importante y ser dos de las franquicias con mejor acierto en este draft, además de Philadelphia. Por parte de Muhammad, puede aportar una gran serie de aspectos a los de Adelman. Es un escolta atlético, con gran ética de trabajo, con un potencial anotador abrumador con un tiro mortífero desde casi todos los puntos de distancia. Pese a que tiene que mejorar su aspecto defensivo, es uno de los mayores talentos de este draft. Sus únicos "peros" son los flojos workouts que ha realizado últimamente y su March Madness no fue del todo buena. Por lo demás, un auténtico diamante. Por talento y futuro potencial, situación similar vive Trey Burke. El base de la universidad de Michigan, nombrado jugador del año en la NCAA, le destacan fundamentalmente por su gran agilidad y su inteligencia sobre la pista, aunque su pequeño físico sea una desventaja contra rivales de mayor portento. Su buena distribución de balón y el equilibrio entre pase y anotación hace que sea otro de los jugadores a tener en cuenta.

Todo draft tiene su tapado: algunos expertos ya hablan del tapado de este draft, nada menos que un pick 41. Lo tiene Memphis Grizzlies y se trata de Jamaal Franklin. Muy atlético, ofensivo y buen anotador, será un escolta que puede sorprender por haber caído tan bajo en el draft en comparación con el rendimiento que puede dar. Sería un importante tanto para la franquicia de Tennessee.

Draft para cimentar la plantilla de los Blazers: pese a sus fracasos históricos en la NBA a la hora de escoger jugadores en el draft (véase Sam Bowie en lugar de Michael Jordan en 1984 o Greg Oden en lugar de Kevin Durant en el 2007), cuando se trata de escoger a hombres de perímetro Portland acierta y corre la mejor de las suertes. No hay más que ver lo bien que les fue el año pasado con la inesperada elección de Damian Lillard desde el pick 6 y que consiguió asentarse como el mejor base joven y el mejor rookie de esta campaña. Para seguir la estela, han conseguido a priori reunir otro buen draft este año en el pick 10 con C.J. McCollum. Este joven base/escolta de 21 años destaca por su multifuncionalidad a la hora de anotar y sobre todo si es desde la línea de 3 puntos. No tiene problema en asumir la posesión en los momentos calientes, aunque la falla su capacidad defensiva. Otro problema es que no es un jugador que distribuya especialmente bien el balón, aunque usándolo como escolta en minutos de rotación con Damian Lillard puede ser un dúo a tener en cuenta. A esto hay que añadir a Allen Crabbe, de un perfil anotador con ciertas similitudes a C.J. McCollum. Si a esto se le añade la incorporación de Jeff Withey, el draft de este año de los Blazers se resume en soberbio.  

Sigue la apuesta en firme por la juventud para Pistons: Si hay un asunto destacable en la franquicia de Detroit es la gran pareja interior de futuro que forman Andre Drummond y Greg Monroe. El problema se planteaba a la hora de encontrar perímetro, sobre todo teniendo en cuenta que Calderón va a buscar este verano una oferta, no por el montante económico, sino por lo exitoso deportivamente que pueda llegar a ser. Por mucho refuerzo que hagan los Pistons, está claro que no se corresponden con las aspiraciones del base extremeño, más pendiente de encontrar un equipo de auténtica élite que aspire a todo. Entre tanto, y teniendo bien cubiertas las posiciones titulares interiores, Detroit se ha decantado por un escolta como Kentavius Caldwell-Pope, siendo este segundo año su momento de explosión en la NCAA y considerado uno de los mejores anotadores. Pese a que su tiro de tres no es gran cosa y se le pone en duda su selección de tiro, guarda un buen equilibrio entre el ataque y la defensa. Capaz de anotar desde muchas posiciones y atacar con firmeza bien el aro. Su selección la componen un base que gusta especialmente como Peyton Siva por su capacidad de dirección y defensa y Tony Mitchell, un 3-4 con capacidad reboteadora.







FUENTES CONSULTADAS PARA LA ELABORACIÓN DEL TEXTO: 

www.basketamericano.com 
only2steps.blogspot.com.es

Fotografías: http://bleacherreport.com/articles/1527630-nba-draft-2013-grading-anthony-bennett-and-top-small-forward-prospects http://www.tuespaciodebaloncesto.com/p/nerlens-noel-ficha-nombre-completo.html http://comojuega.com/2013/05/16/trey-burke/ http://nba.si.com/2013/06/27/nba-draft-2013-trade-rumors-2/

viernes, 21 de junio de 2013

Miami Heat campeón de la NBA 2013


Miami Heat es campeón de la NBA en este año 2013. Lo es ya de manera oficial y lo es tras una final dura a 7 partidos contra todo un San Antonio Spurs y una de las más bellas que se recuerdan por lo tremendamente igualado. Ya habrá tiempo de expresar opiniones e ideas, pero primero quiero cerrar con esta línea de análisis durante todos estos playoff. El equipo de Florida ha conseguido el único objetivo posible y para el que fue creado: conseguir el anillo mientras tengan un bloque que permanezca intacto. Pero en ese camino que han tenido que recorrer se han encontrado con dos rivales, en el último tramo de la calzada, que más les podía complicar (y, curiosamente, los únicos que les han podido llevar hasta un Game 7). Puede que este anillo de Miami Heat sea el más meritorio de los 3 que tenga la franquicia.

Miami Heat llegó a estas Finales afrontando una prueba más complicada que el año pasado. No hay duda de que la pasada temporada sorprendió a todos el dolorosísimo 4-1 que le endosaron los de Spoelstra a Oklahoma City Thunder, un equipo con una estrella absoluta, un equipo eminentemente físico y que había llegado con unas fantásticas sensaciones. Miami Heat y LeBron James no titubearon y se llevaron el anillo de campeón. Para el de Akron, además, era el primero. Pero estos Miami Heat, esta franquicia construida exclusivamente para el éxito, necesitaba algo más. Como si estuviera viendo lo que iba a necesitar este año, incorporó para esta temporada a Ray Allen entre sus filas. Un jugador que lleva en su ADN el gen de las Finales y la palabra "decisivo" tatuada a fuego por debajo de su piel. Pero Miami necesitaba algo más que refuerzos, y era ver hasta dónde era capaz su plantilla de llegar, en esfuerzo y no refuerzos, en una eliminatoria grande. Este año lo tuvo por partida doble. Primero en la Conferencia Este, contra Indiana Pacers. Luego en la prueba de fuego definitiva, contra San Antonio Spurs.

Ambos rivales consiguieron, a su manera, hacer dudar a Miami Heat de si iba a ser capaz de conseguir el anillo. Incluso ponerlos seriamente contra las cuerdas. Unos, Indiana Pacers, durante un partido clave de diferencia. Otros, San Antonio Spurs, incluso, durante 24 segundos (una posesión) en el Game 6. Estos Miami Heat demostraron que no son un equipo absolutamente engrasado que haga el baloncesto de salón envidiable. Tienen sus carencias y su particular termómetro de medición (LeBron&Wade). De hecho, como perfecta definición de la palabra "equipo", Miami está muy lejos en concepto de Indiana Pacers (George, Hill, West, Hibbert) y muchísimo más de San Antonio Spurs (Duncan, Parker, Ginobili, Leonard, Green, Splitter, Diaw, Neal). El problema para ambos ha sido que Miami Heat tiene las mejores individualidades. Sin embargo han llegado a poner en serias dudas el reinado para el que fueron concebidos los de Spoelstra. Y lo hicieron con movimiento de balón en el perímetro (Spurs), machacando el punto más débil del rival (Pacers con Roy Hibbert), buscando un antiLeBron (George en el caso de Pacers, Leonard en el caso de Spurs). Si los dos equipos los llevaron al séptimo partido fue por algo.

La principal carencia de Miami Heat es su mejor virtud: Son las mejores individualidades de la liga mezcladas en un equipo. No juegan como tal pero sí aparecen, uno por uno indistintamente y debido a su calidad, en los momentos clave como un único jugador que desatasca un partido. Miami no tiene ni de lejos la defensa coral de Pacers ni el ataque fluido de Spurs. Pero sus individualidades están a años luz de las de Brooklyn Nets, por poner un ejemplo. Lo que sí que tiene Miami Heat es al mejor jugador de la NBA (LeBron James), al más eléctrico cuando asume su papel de estrella  y está acertado (Dwyane Wade), a tiradores creados exclusivamente para los clutch time en unas Finales (Ray Allen, Shane Battier, Mike Miller), a alguien que haga las veces de diablo con el trabajo más sucio (Chris Bosh, Chris Andersen), a jugadores que no desentonen con el nivel para la causa (Mario Chalmers, Udonis Haslem). Estos jugadores rara vez han afrontado un partido importante jugando, literalmente, como un equipo coral. Pero lo que es innegable es que han aparecido, como jugadores, en momentos clave de los Playoff e indistintamente, para, si no ganar un partido, dejarlo muy encarrilado. Anotando canastas clave, asumiendo su rol momentáneo de héroe desatascador. De hecho, se ve este aspecto hasta en su defensa. Aboga más por ser física e individual que por táctica y colectiva. Más por los 2 para 1 que por mantener un bloque que cierre la zona. Sin embargo todo esto se resume en algo simple. Eso sí. Es de elogiar que Miami, equipo creado para jugar al contraataque, haya sabido adaptarse a las necesidades y a las exigencias que le ha creado el rival. Seguramente ni el 20% de sus victorias en Regular Season haya sido como las conseguidas, por forma y por juego, en las Finales del Este y de la NBA contra Pacers y Spurs respectivamente. Eso habla muy bien precisamente de ese asunto. Sus individualidades tienen tanto nivel y tanta calidad que hacen que, si aparecen, todas juntas ganen un anillo.

Es muy complicado quedarse con un solo momento de estas Finales. Quizá la imagen más significativa, por todo lo que conllevó, fuera el triple de Ray Allen. Durante ese lanzamiento el mundo entero se paró. Un triple que al final significó mucho más que una prórroga en un Game 6. Pero es que ha habido muchos y de todos. El rebote y la propia asistencia de Chris Bosh para el susodicho triple, la canasta decisiva de Tony Parker en el Game 1, el triple sin zapatilla de un emergente en Finales Mike Miller, las lecciones maestras de Popovich desde el banco, el liderazgo de LeBron James activándose él mismo y a sus compañeros (con y sin cinta de la cabeza), el récord desde el triple de Danny Green, Spoelstra pidiendo paciencia a sus hombres porque el momento llegaría, el resurgir de Manu Ginóbili en el Game 5, los triples de Battier en el partido más decisivo del año, las canastas imposibles desde la pintura de Tim Duncan, las acciones físicas de Dwyane Wade tirándose al suelo, la admiración de la futura estrella por todo lo que será Kawhi Leonard, los tiros desde el lateral de Udonis Haslem, los momentos de Gary Neal con los triples a tabla, las rachas anotadoras de Mario Chalmers... imposible decidir un solo momento de estas Finales. Mejor apreciar estos y otros detalles. Como la celebración de LeBron James con respecto al año anterior. Más pausada, sin el sentir de esa losa del anillo que le podría perseguir en su carrera. De la cara de Tim Duncan tras fallar ese palmeo, una acción que no empaña ni su nivel, ni lo que ha hecho ni lo que es: el mejor 4 en la historia de la NBA. De la alegría de Dwyane Wade, absolutamente vital en todos los anillos que ha conseguido Miami Heat y pidiendo en rueda de prensa que le llamaran "Three". De Manu Ginóbili, consciente de su irregularidad y de lo mucho que ha repercutido en el resultado final de la eliminatoria. Incluso de Eric Spoelstra, joven pero demostrando una entereza brutal asumiendo el valor que tenían estos Spurs y asumiendo su propio valor de haber llevado al equipo a la gloria. Pat Riley tiene lo que buscó.

Pero no quiero acabar sin hacer una mención especial. Pese a que en los días posteriores San Antonio Spurs va a recibir por mi parte su justo espacio, no hay que olvidarse tampoco aquí de la franquicia tejana. Una dinastía que pudo haber ampliado su legado a 5 anillos. Un equipo que había ganado todas las Finales a las que llegó con un matrimonio bandera en común: Tim Duncan y Gregg Popovich. Un EQUIPO (espero que se me permita la licencia de poner las mayúsculas aquí) que ha demostrado al mundo que su baloncesto ha sido de salón, de manual, de goce, de disfrute, de cubo debajo de la boca para recoger la saliva, de pizarra, de avasallamiento, de abuso, de impotencia rival, de fe, de lucha, de admiración, de grandeza, de valentía, de récord, de historia, de recuerdo, de gratitud y de quitarse el sombrero. Una plantilla que fueron poseídos por ángeles a la hora de mover la pelota, que fueron tocados por una varita a la hora de plantar espectáculos baloncestísticos de alto calibre. Un absoluto conjunto de jugadores que se ha quedado con la miel en los labios. Si de verdad amamos el baloncesto, admiremos a San Antonio Spurs, por favor. Han compuesto una oda a nuestro bien más preciado difícilmente repetible por situación, juego y espíritu. Nadie les invitó a la fiesta a principio de temporada y a punto han estado de convertirse en los reyes del baile.







martes, 4 de junio de 2013

Análisis de las Finales NBA



Al fin ha llegado el momento. Tras 82 partidos de cada uno de los 30 equipos de la NBA y tras 3 cruces de Playoff en los que se ha vivido de todo, las ansiadas Finales NBA han llegado. El trofeo Larry O'Brian ya está esperando para ser levantado al mejor de 7 partidos. San Antonio Spurs con excesiva tranquilidad y Miami Heat pasando el mayor de los apuros se verán en una Final que promete ser épica.

San Antonio Spurs

Hace más de una semana que los hombres de Popovich están de vacaciones. Los culpables, además de los propios jugadores, fueron los malos partidos que realizaron los Grizzlies. Zach Randolph no existió en ningún momento y en el equipo de Hollins se echó mucho de menos a tiradores desde el perímetro. Tony Parker siguió demostrando por qué está en la cúspide de su carrera y Tim Duncan que su enésima juventud no solo viene precedido de perder a conciencia 13 kilos para mantenerse en forma. 

La sorprendente barrida por 4-0 a los Grizzlies demostró también otro aspecto importante en la NBA. La misma técnica que ha servido para derrotar a un rival la serie anterior (Grizzlies contra Thunder) e incluso hace dos años (Grizzlies ganó a Spurs en playoff) no sirve para nada en el siguiente paso si no se toman las medidas correctas. La ausencia de la pintura (desaparecidos) y tiradores (no fichados) en Grizzlies, el buen hacer coral de los de Popovich y sobre todo una defensa de manual contra los puntos más fuertes de los hombres de Hollins propiciaron una debacle para Memphis. Pocos se esperaban una paliza de tal magnitud. De hecho, hubo analistas que dijeron un 3-4 favorable a los osos. La decepción es más por el cómo se ha producido que por el hecho de que Spurs superase a Grizzlies.

Incluso hay un asunto muy favorable para la franquicia tejana. Cuando San Antonio tuvo que necesitar de las estrellas aparecieron asumiendo los galones. Memphis pudo haber ganado, al menos, 2 partidos en esta serie con las dos prórrogas a las que llegaron en el Game 2 y en el Game 3. El primer partido fue un señor baño demostrando que San Antonio reúne el juego en equipo europeizado con la consistencia anotadora estadounidense. Un rival complicado de batir. Pero tuvo dos partidos en los que podría haber caído. Y justamente en esos fueron donde aparecieron Tim Duncan y Tony Parker. Si quedaba alguien que dudaba de la aportación de Manu Ginobili, ni que decir tiene que el argentino siempre sabe anotar cuando su equipo flojea más. Años y años después, las estrellas de Spurs son las que se consolidaron lustros atrás. Y llegan en buena forma.

Por eso San Antonio Spurs afronta a esta final con la mejor situación posible. Llegan absolutamente descansados y frescos; con mucho tiempo para afrontar lo que les llega y tras haber podido analizar al rival en sus últimos 7 partidos de playoff. 

Miami Heat

Que Miami Heat es el equipo que más en forma ha estado de toda la NBA es algo que nadie debe poner en duda. Sus estadísticas colectivas, individuales y sensaciones así lo confirman. Han conseguido una meritoria ventaja de campo y solamente han perdido en su cancha 4 partidos, el mismo número que los separa de conseguir su segundo anillo tras 3 finales consecutivas. Pero no llegan de la manera que quizá querrían.

Indiana Pacers ha conseguido poner contra las cuerdas a los hombres de Spoelstra. Un equipo construido gracias a Larry Bird y comandado por un prioritariamente defensivo Frank Vogel que ha hecho de Indiana uno de los mejores bloques de toda la liga. Hay que ser conscientes del tremendo mérito que han tenido estos Pacers. Una plantilla que funciona como un equipo y que no pudo contar con su inicial jugador estrella Danny Granger esta temporada. Aún así aprendieron a ser un hueso duro y han demostrado su gran capacidad para hacer frente a cualquier equipo, incluso contra Miami. La aparición de Roy Hibbert para el momento clave, la transformación de jugador extraordinario a estrella de Paul George, la consistencia de David West en la pintura... un elenco de jugadores y situaciones que hicieron disfrutar a los aficionados de Indiana de una de las mejores defensas jamás realizadas. Una temporada excepcional que debe servir de aliciente para mantener el bloque. Una cohesión que peligra este año debido a que David West se convierte en agente libre este verano.

Pero sin restar ningún tipo de mérito a Indiana Pacers, Miami Heat se ha visto por primera vez en toda la temporada con inseguridades muy importantes a la hora de alcanzar el éxito. La más grave ha llegado hasta el Game 7 de la madrugada de ayer, en el que al final aparecieron los hombres que Spoelstra necesitaba. Sobre todo por parte de Wade, que asumió que él también tiene un papel primordial en la franquicia si quiere levantar por tercera vez en su carrera el trofeo de campeón de la NBA. Y es que hasta ayer, LeBron James se había encontrado sorprendentemente él solo contra el mundo. Los 3 partidos que Miami ganó fue en parte y prácticamente en total gracias al magnífico estado de forma que mantiene LeBron. Un líder indiscutible, una estrella que brilla con luz propia sobre cualquier otra, un jugador que es tan completo y determinante como versátil y fundamental. En definitiva, el mejor jugador que hay ahora mismo en toda la NBA. 

Miami Heat no llega a las Finales quizá con solvencia, pero sí con los ánimos renovados tras los 6 primeros partidos contra Indiana. Ha recuperado a jugadores como Wade y Ray Allen, está a la espera de que aparezca la mejor versión de Chris Bosh y, sobre todo, tiene en forma al jugador más regular y mas importante de todos como es LeBron James. No las afronta con totales garantías, pero desde luego que lo hace con muchas mejores sensaciones que en partidos anteriores. 


NBA FINALS: MIAMI HEAT vs SAN ANTONIO SPURS

6 anillos en total reúnen las dos franquicias. En San Antonio prácticamente se puede hablar de dinastía, ya que en sus 4 anillos (1999, 2003, 2005, 2007) no llegó a pasar un lustro. De hecho, en 3 de ellos, simplemente hubo una breve transición hacia el éxito, y todos ellos con denominador común: Tim Duncan y Gregg Popovich. La pareja de entrenador-jugador más exitosa de los últimos 30 años. Por su parte, Miami tiene una corta trayectoria pero no menos intensa. Dwyane Wade y Pat Riley conforman el matrimonio del éxito en la franquicia de Florida. En 2006 Miami pegó el pelotazo con el anillo de campeón gracias a la excepcional pareja formada entre el propio Wade y Shaquille O'Neal. Su importancia en el panorama de la NBA adquirió el mayor de los grados con la conformación de uno de los grandes elencos de estrellas jamás visto: Chris Bosh, Dwyane Wade y LeBron James. Ambos equipos son campeones y tienen licencia para ganar, así que no cabe lugar a las especulaciones. Ninguno puede subestimar al otro.


EL DUELO

Big Three: Sin duda lo primero que viene al hablar de estos dos equipos son los 3 pilares básicos sobre los que se asienta cada uno. Un trío de auténtico lujo Old School en San Antonio (Tim Duncan, Tony Parker, Manu Ginobili) contra el trío de la nueva era en Miami (Dwyane Wade, LeBron James, Chris Bosh). El trío tejano de la calidad, de la inteligencia y de la experiencia contra el trío floridiano del físico, del hambre y de la determinación. Quede ya claro que si no funcionan los 3 hombres principales de cada equipo, las posibilidades de que su franquicia se lleve el éxito se reducen a la mitad. No son igual de determinantes los 6, pero desde luego sí son necesarios para que aparezcan en los momentos claves del encuentro.

Papel primordial de los secundarios: Sin que sirva de tópico, a las Finales han llegado los mejores o, al menos, los que han tenido mayor fondo de armario en su plantilla. Por ello los secundarios van a ser elementos igual de determinantes que los primeras espadas de cada equipo. Sabiendo que el triple va a ser una de las armas fundamentales en esta serie (Matt Bonner, Danny Green, Kawhi Leonard contra Ray Allen, Shane Battier, Mike Miller), el papel de minutos de calidad en ataque y de desgaste en defensa que puedan hacer los menos habituales será crucial. Determinante el factor Chris Andersen en Heat y Thiago Splitter en Spurs. No van a ser los máximos anotadores ni mucho menos, pero si están bien en defensa y cumplen en ataque sus equipos van a tener mucho ganado. Ojo a la aparición también de Boris Diaw en Spurs.

Aspecto físico: el único punto en el que Spurs se descuelga un poco. San Antonio ha tenido tiempo para descansar de sobra de cara a hacer un primer partido soberbio físicamente hablando en la serie, pero Miami, en general, presenta un mayor oficio físico por cuerpo y juventud que los de Popovich. Si la serie se alarga y los propios partidos, ya de por sí, se tornan duros físicamente Spurs puede sufrir mucho. Recordemos lo que les pasó el año pasado ante Oklahoma City Thunder. El potente vendaval de los de Scott Brooks no dejó opción táctica al equipo tejano. Si San Antonio sabe suplir su, en principio, desventaja física con ventaja táctica conseguirá que Miami se desgaste más y se equiparen las fuerzas.


FACTORES CLAVE

-----Miami Heat-----

Contraataque: una de las mejores armas que tienen los de Spoelstra. A lo largo de la temporada ya ha sido característico en el equipo de Florida salir a correr al contraataque con rebote defensivo o robo de balón. Una de las franquicias que mejor finaliza este tipo de jugadas gracias a la gran zancada de dos carrileros de excepción: LeBron James y Dwyane Wade. En muchos casos la jugada finaliza con un alley oop. Si a Miami Heat se le permite correr, el partido está perdido; y si el ritmo de anotación es elevado se hace prácticamente imposible derrotar a los de South Beach con un tanteo de 100 puntos.

Defensa física individual: La manera de defender de Miami se basa bastante en la antigua usanza de "bajar el trasero". La disposición de jugadores muy físicos para defender permite que las defensas individualizadas puedan dar sus frutos ante los rivales. Además, en muchos casos, ese físico permite hacer un 2 para 1 sin correr el peligro de no llegar a puntear al hombre que dejan solo. Esta defensa guarda un fuerte problema, y es que si los 5 no están en tensión y elaborando bien cada defensa individual, el rival puede coser con penetraciones o tiros abiertos.

Modo apisonadora: Puede que ningún otro equipo pueda arrasar de manera tan brutal a su rival como lo hace Miami si está en estado de gracia. Los de Spoelstra tienen un don cuando están en racha, y es que consiguen crear parciales de auténtico escándalo de todas las maneras posibles: en penetración, contraataque, segundas oportunidades y, por supuesto, desde el triple. Cuando los de Florida están inspirados no hay equipo que les haga frente. Los puntos llueven de todos los lados y se envalentonan en una vorágine de anotación prácticamente imparable, que va desde alleyoops a LeBron hasta triples consecutivos de Mike Miller.


***El dato: LeBron James vuelve a verse la caras contra San Antonio Spurs en una situación totalmente diferente. Ha cambiado Cleveland Cavaliers por Miami Heat, ha cambiado el factor cancha a favor y se ha convertido en el mejor jugador total de toda la NBA. Hace 6 años LeBron no fue LeBron, pero el año pasado superó esa barrera psicológica de las Finales. Miami, con su mejor hombre al mando, está ante la posibilidad, por proyecto, de un three peat si lograse el segundo este año. ¿Habrá vendetta de LeBron James?


-----San Antonio Spurs-----

Movimiento de balón: uno de los aspectos que más ha caracterizado a la franquicia tejana ha sido el excelso movimiento de balón que ha realizado durante sus mejores partidos. Posiciones móviles bien marcadas, tiradores en las esquinas, hombre interior en la parte alta de la zona y bloqueos y pantallas para penetraciones. Un esquema grandilocuente que ha permitido circular el balón ante las defensas más duras y dar una exhibición ante las más blandas. Si San Antonio es fiel a su estilo de mover el balón, muy pocos equipos, por no decir casi ninguno, puede parar su sangría. 

Defensa táctica colectiva: el recital que dieron ante Grizzlies solo es una de las muchas maneras que tiene este equipo para defender. Tácticamente ofrece un planteamiento defensivo tan amplio como complicado de atajar. Su sistema se basa en las constantes ayudas interiores y en el punteo de los tiros desde fuera. Su fuerte no es una defensa que corra a la hora de defender, sino una defensa perfectamente posicionada para afrontar los ataques. Esta vez más que nunca la defensa táctica tendrá que centrarse en LeBron James y en las posibles ayudas. Las penetraciones de LeBron pueden provocar tiros fáciles abiertos al doblar el balón. Spurs necesitará mantener ese nivel para que James se vaya las menos veces posibles de su defensor (o Green o Leonard) y no se creen muchas situaciones de 2 para 1.

Pizarra Popovich: Gregg Popovich habrá tenido tiempo de analizar de cabo a rabo a su rival a lo largo de los 7 partidos. Por lógica, el entrenador de Spurs ya se habría hecho una idea de por dónde flojean los de Spoelstra, pero sin duda sus tiempos muertos en los momentos precisos, los cambios en los minutos adecuados y la táctica de faltas a seguir en las situaciones más decisivas marcará el éxito de San Antonio Spurs. Gregg Popovich es el arma de mayor fiabilidad que tienen los tejanos. Con él en los banquillos, no existe partido perdido hasta que el propio Pops lo dé por perdido. Su tranquilidad y sus sistemas ofensivos y defensivos marcarán una buena parte de la serie. Mucho ojo a las prioridades que puede tener Gregg Popovich con sus jugadores. Puede hacer que se sacrifiquen determinados jugadores en defensa y que otros rindan en ataque. Nada será suficiente si quiere alcanzar el éxito en estas Finales.


***El dato: San Antonio Spurs ha ganado todas las Finales que ha disputado (y en todas, salvo en esta ocasión, tenía factor cancha a favor), y todas ellas fueron en años impares. Entre el primer y segundo anillo, es decir, entre 1999  y 2003, pasaron 4 años. Del último conseguido en 2007 a éste que pueden ganar en 2013, han transcurrido 5 años ¿Se cerrará el círculo de la dinastía de estos años con un quinto y último anillo?.


PRONÓSTICO: Miami Heat 4 - San Antonio Spurs 2

Campeón de la NBA: Miami Heat

MVP: LeBron James. Temporada espectacular (otra vez) que la puede cerrar con una nueva gloria colectiva.

Miami Heat, a 7 partidos con factor cancha a favor, es un rival  muy complicado de ganar. Se ha visto contra Indiana Pacers y además es la primera vez en unas Finales NBA que San Antonio Spurs no cuenta con el factor cancha a favor. Los dos son campeones, así que no subestimemos ninguno de sus corazones.