jueves, 14 de abril de 2016

El día Kobe

Dicen que el tiempo no espera a nadie. Y así es, sin excepción. Incluido a alguien que tiene reservada páginas, fotos, elogios, grandeza, récords, premios y leyenda en los libros de historia de la más bella y alta competición existente en el planeta: la NBA

El momento en que Kobe Bryant deja de ser profesional. 13 de abril de 2016. El momento en que deja de pisar la cancha, deja de hacer sus buzzer beaters, sus finger roll, sus tiros circenses con suspensión hacia atrás, su carisma inundando la pista. El día Kobe llegó, como a todos, como si el tiempo fuera el único emperrado en demostrar que Kobe Bryant es tan ser humano como cualquier otro. Como su hombro, su muñeca, su Aquiles.

Kobe/Jordan: mismo talento, mismas manías
Hace muchos años, cuando empecé a amar el baloncesto, sentí una sana envidia de mi primo Álvaro. Tenía colgado en su habitación un poster de la plantilla al completo de los Chicago Bulls de la 95-96. Sí, aquellos que lograron una proeza que, hasta hace el año pasado, parecía hercúlea (caprichoso día el en que Golden State Warriors quiso tener su protagonismo). Pues bien, junto a ese póster lucía entre un marco simple pero un cristal impoluto una camiseta con el número 23 que ponía "Jordan".

-¿Quién es Jordan, primo?

-El mejor jugador de todos los tiempos.

Mis ojos y mi boca se abrieron, de la misma manera que parece que el aro tenía una apertura más grande de lo normal cuando Kobe tiraba a canasta. Estaba sorprendido de lo que esa frase suponía, aunque más anonadado me quedé cuando descubrí quien era Michael Jordan. Y, como antes he dicho, sentí envidia.

"Mi primo ha vivido lo que es seguir al mejor jugador de todos los tiempos".

Pues bien. Tal y como citaba Andrés Monje en su artículo Kobe, y tal y como siempre he pensado desde que vi a Kobe Bryant jugar con la consecuencia de saber de la existencia de Jordan... Kobe Bryant ha sido lo más parecido que ha existido a Michael Jordan sobre una cancha de baloncesto. En otras palabras, Kobe ha sido el discípulo más logrado de Michael Jordan. Y yo, sí, yo, amante empedernido del baloncesto, de los "Ra-ta-ta" de Montés, de los comentarios sublimes de Daimiel, de los frikis compradores compulsivos de libros de la historia de la NBA... yo, puedo decir con orgullo que he vivido la estancia, explosión, apogeo, gloria, declive y adiós de todo una leyenda. De todo un mito.

Un mito que sufrió una evolución tan grande como su figura. Un 8 a la espalda rebelde, indomable, con unas dosis de la ingenuidad más incontrolable de quien destila conscientemente talento. Un dorsal rodeado de manchas tan feas como problemas conyugales, pero un dorsal inigualable enmarcado en la historia con 81 puntos ante Toronto Raptors. Posteriormente un 24 que condensó toda esa explosión fiera de talento en un cuerpo maduro y preparado para todo. Y la similitud entre ambas: Uno de los 5 mejores pívots en la historia de este deporte y el mejor jugador español de todos los tiempos. Él, en el centro. Como el compañero que encuentra su simbiosis con su semejante. Con Saquille O'Neal en un caso, con Pau Gasol en el otro. 5 anillos después, todo llega.

La leyenda de Kobe será eterna
El día Kobe se terminó por afincar en el terreno de la más triste realidad. El día de su adiós. El día que todo tipo no desea para dejar de verlo, pero que por otro lado sabe que está ahí el momento, aletargado, esperando estar a la altura del hecho con palabras, acciones, textos, comentarios y un sinfín de actuaciones que se puede hacer con la tecnología en pleno siglo XXI. Mamba Day o Thank you Kobe.

Sobre todo, Thank you Kobe. Gracias. Gracias por tus tiros, tus gestos, tu carisma, tu carácter, tu garra, tus proezas (jugar con un hombro dislocado), tus logros (porque fueron también nuestros), por tu cariño hacia el mejor jugador español en la historia de este deporte (Kobe y Pau, ¡qué dúo!), por tu manera de amar el baloncesto, por querer ser como Michael (Be Like Mike), por regalarnos tanto.

Pero por encima de cualquier cosa, gracias por hacer que nos enamoremos de ti y de este precioso deporte. Que nos enamoremos de ti y contigo de nuestro deporte. Que queramos imitarte, seguirte, tenerte un profundo respeto allá por donde pisas. Has sido una referencia a todos los niveles, no exenta de polémica, pero es que, ¿qué genio no tiene sus excentricidades?. Por tanto y tanto, solamente me queda darte las gracias.

El tiempo, además de ser el mejor juez, demuestra que es invencible. Ni figuras de la talla de Bryant pueden con ello. Pero el día Kobe será recordado. 

Un día que recordaremos todos los que amamos este deporte, a los Lakers y, todavía más profundamente, a él. El día Kobe tuvo que llegar. Pero su recuerdo, hasta donde nos dé la memoria, no se extinguirá nunca.

Y se va como la leyenda que fue. Un anotador empedernido, un símbolo púrpura y oro, uno de esos jugones que sonríen de manera extraterrestre. 60 puntos el día de su adiós remontando él solo el partido. Tan suyo, tan Kobe. Tan perfecto.

El dia Kobe, el de su adiós, será tan eterno como su leyenda. Tan grande como su legado. Y, sobre todo, tan memorable como la existencia del baloncesto e, incluso, del mismísimo Michael Jordan.





Fotografía: http://www.hoopsvibe.com/features/281759-top-x-ways-kobe-bryant-copied-michael-jordan

lunes, 14 de julio de 2014

El enésimo reto de LeBron James




LeBron James vuelve a casa. I'm coming home. Así es como la prestigiosa revista Sport Illustrated titulaba, en exclusiva, la decisión del mejor jugador de baloncesto en la actualidad. El personaje más dominante del mundo de la canasta ha decidido volver donde nació para conquistar el Olimpo que tocó por partida doble hace ya 3 años. Pero en ese regreso del hijo pródigo a Cleveland hay muchos pasajes que analizar. Y todos ellos conforman el enésimo reto de LeBron: ser profeta en la tierra natal.

El primero de ellos es que, nuevamente, LeBron James ha demostrado su dominancia en la NBA a todos los efectos. Mercado, casas de apuestas y proyectos de temporada. No hablamos de un pick n' roll a canasta o de un mate sobre dos contrarios. Hablamos del poder que el de Akron tiene para paralizar, incluso, parte del mundo lúdico. Que el mercado se empezara a mover de manera importante hasta que James tomase una decisión sobre en qué equipo iba a jugar entraba en la lógica. Es alguien sobre el que se puede construir un equipo, y su militancia en una franquicia bien merece un esfuerzo extra en lo económico para seleccionar los mejores acompañantes. Bien sea para retener a jugadores clave tras su marcha (Wade, Bosh), para aspirar de repente a alcanzar grandes cotas (Irving, James, Wiggins...) o para soñar, aunque solamente sea eso (Kobe, LeBron y Melo en Lakers). Ahora bien, que un jugador planifique proyectos de equipos en la NBA es menos normal. Es cierto que Miami no ha dejado de ser, así de repente, un aspirante claro a Finales, pero es incuestionable que pierde opciones de anillo. Por contra, Pat Riley ya se ha tenido que mover para intentar paliar su pérdida. En el caso de Cavaliers es evidente que se frotan las manos. Pese a que tienen mucho trabajo por delante y que no van a ganar el anillo así porque sí ("No estamos listos para ganar ahora mismo un campeonato. Ni de lejos", tal como dijo LeBron James en su vuelta). Pero han generado ilusión y, quien sabe, si mayor rivalidad en la Conferencia Este. Y ya el súmun de la dominancia. Casas de apuestas que paralizan sus hipótesis hasta saber en qué equipo jugará "El elegido". Y es que los Cavaliers pasaron de estar 50-1 a 4-1 en cuanto a sus opciones de anillo para la temporada que viene. Ver para creer.

Lo que tampoco es cuestionable es que su marcha era necesaria para que evolucionara. Todos como humanos que somos nos damos cuentas de las cosas de distintas maneras. Unos las aceptan yendo por un camino y otros por otro. A ojos de los demás y a sus propios ojos, el LeBron James de los Cavaliers con el 23 a la espalda no tiene nada que ver con el 6 de Miami Heat. Y tendrá todavía menos que ver con el 32 de los Cavaliers. 3 LeBron totalmente distintos. Uno para comerse el mundo con el orgullo de un novato. Otro para madurar y conseguir su gloria personal y colectiva. Y otro para poner el cúlmen de quien ha conseguido una parte muy importante de lo que se propuso cuando se quiso dedicar a este deporte. Para ser profeta en su tierra, para devolver la ilusión y la alegría allí donde generó decepción y rencor. El LeBron con el que será el 32 a la espalda ha visto la egolatría, la decepción, la cobardía, la impaciencia, el fallo, la modestia, la fuerza mental, la paciencia, la maduración, la valentía y el éxito. Y todo eso lo ha conseguido gracias a lo que quiso ser en Cavs, lo que fue en Miami y lo que ahora va a ser, de nuevo, en Cleveland. LeBron no ha perdido el tiempo, y son impagables todos esos momentos que ha vivido en la ciudad de Ohio. Le han hecho batir récords, ser mejor persona, ser mejor profesional, e incluso igualarse a Michael Jordan en el mejor año de su vida. Quizá las formas no fueran las adecuadas, pero es que hasta en eso ha evolucionado. Esta vez la decisión fue por una exclusiva y a través de una carta. Haciendo bien las cosas. Maduración es la palabra. Hay que equivocarse para aprender. Él como persona necesitaba todo eso. Puestos a ser puramente analíticos con su juego, LeBron aprendió que es capaz de ser el jugador completo más allá de dar dos saltos para machacar. Que tirar, penetrar, liderar e incluso jugar de las 5 posiciones está solo al alcance de unos pocos como él.

Sin embargo pese a todo esto, donde adquiere mayor significado su enésimo reto personal es en el del sentimiento de saldar deudas. Deudas que no debe, pero que las siente en lo más profundo. Porque si algo tiene LeBron, es que es muy del Nordeste de Ohio. Muy de Akron. Muy de su fundación en ayuda de los más pequeños. Muy de tener un sentimiento que va más allá de ponerse un anillo en un dedo. LeBron James tiene la necesidad de "devolver" algo en su casa, su verdadera casa. Tal y como dice en su carta, "su presencia en Cleveland va más allá del baloncesto". Pese a todas las camisetas de él que los fans quemaron, pese a que "su decisión" fue retransmitida de manera nacional, pese a que su marcha fue comparada por Dan Gilbert con el Enola Gay de Hiroshima, pese a todos los insultos llenos de odio, rencor y daño que ha recibido desde aficionados hasta prensa... pese a todo eso, es consciente de que en el Nordeste de Ohio es "donde creció, donde caminó, donde corrió, donde lloró... donde sangró". 

Y es que un jugador como LeBron James, ajeno a sumar y sumar anillos, pocos desafíos le quedan ya. Su enésima propuesta va más allá de la cantidad. Se centra en la calidad. En la calidad de logar el éxito en la tierra prometida. De ser el mejor profeta en la tierra natal. Y parece que, en efecto, está listo para aceptar el reto. 

Su enésimo reto.



Imágenes:  http://www.informationng.com/2014/07/basketball-lebron-james-announces-cavaliers-home-return.html 
http://www.nydailynews.com/sports/basketball/breaking-lebron-james-tells-si-coming-back-cleveland-article-1.1863352

miércoles, 31 de julio de 2013

El noble arte de la reconstrucción

Reconstrucción. Una palabra llena de trabajo y de esfuerzo, pero también de ilusión y de futuro. En estos tiempos de descanso de competición en la NBA, es momento precisamente de eso. Los equipos, en su afán por lograr su objetivos individuales (porque si son realistas no todos se preparan para ganar el anillo a la siguiente campaña), comienzan a reconstruir sus roster con las mejores intenciones de futuro. Hay equipos que se ayudan de su margen salarial restante; otros de las adquisiciones del draft; algunos de sus dólares sin escrúpulos; incluso los hay que aprovechan a la perita en dulce del momento. En cualquier caso, todos ellos a priori se basan en sus condiciones y condicionantes para montar un equipo que ilusione en la siguiente campaña. Se trata del noble arte de la reconstrucción, sobre todo en la Conferencia Este, y como vamos a ver, cada uno tiene distintas maneras de hacerlo.

Quizá el caso más bello sea el de la reconstrucción en base a un tiempo de adaptación, buenas elecciones de draft y espera de momento oportuno (sobre todo con el mercado de fichajes). Precisamente por mercado de fichajes y por actualidad, el equipo que ha sabido usar este noble arte de la reconstrucción con gran ilusión es Detroit Pistons. Sin embargo, no hay que olvidar que desde el año pasado ya se apuntaba que si la franquicia de "Motown" sabía recomponerse, Detroit iba a ser un equipo que tendría algo que decir en la Conferencia Este en el futuro. Y como toda buena reconstrucción que se precie, Joe Dumars puso a funcionar su cabeza para seguir el orden correcto en tiempo-espacio y cuadrar lógica, necesidades, futuro y salarios. Aprovechó el draft para agenciarse a prometedoras figuras de la liga como Kentavious Caldwell-Pope (tirador contrastado en NCAA), Peyton Siva (espectacular base atético) y Tony Mitchel (no ha desentonado en la Summer League). Con la idea de liberar salarios y sin la posibilidad de Calderón, se quitó de en medio por vencimiento los contratos lastre de Will Bynum, Jason Maxiel y Corey Maggette. Con el espacio salarial adecuado, sondeó el mercado de agentes libres para hacerse con un 4 impagable como Josh Smith. Si todavía no había tenido suficiente búsqueda, incluyó un plus de ilusión en la franquicia trayendo al hijo pródigo de vuelta a la ciudad del motor: Chauncey Billups. Por último vio qué monedas de cambio poseía, y Brandon Knight era su perla de la corona. Junto con Viacheslav Kravtsov y Kris Middleton fueron el paquete perfecto para los Bucks y así traer a un base de gran calidad y garantías como Brandon Jennings. La guinda del pastel hubiera sido deshacerse de Charlie Villanueva, pero normalmente en estos casos la perfección no existe.

Con todo ello, Pistons enseña cómo debe hacerse una reconstrucción a corto plazo. No obstante hay algunas dudas que esperemos que se resuelvan. En primer lugar, Maurice Cheeks tendrá que valorar que la mejor posición para Josh Smith es jugar de 4. Su capacidad reboteadora y buen tiro cercano al aro le da un plus excepcional a la pintura de Detroit. Una pintura que, por cierto, es de auténtico escándalo con Greg Monroe y Andre Drummond. La pega es que Drummond todavía necesita pulir varios conceptos en el poste, como fundamentos o ganchos. Los centímetros y el físico los tiene, aspectos más que importantes para alguien que se debe batir el cobre por la zona en la NBA. Si consigue mejorar ciertos conceptos en la pintura, posiblemente hablemos de un juego interior top 5 en la liga. Por otro lado, a nadie se le escapa que Brandon Jennings mejora sobradamente a Brandon Knight de base. La cuestión va más allá de eso. ¿Realmente Brandon Jennings es el base director de juego que necesitaba Pistons? Está claro que habrá que ver si Jennings hace jugar a los interiores del equipo, sobre todo en el caso de una pieza tan versátil para ese estilo como Josh Smith. Jennings tiene grandes dosis de calidad y anotación. Si el base pone de su parte en ser un guard más participativo con los compañeros y más director de juego, la ganancia deportiva del traspaso habrá triplicado su valor. Y como de directores de juego va el asunto, habrá que ver el trabajo "en la oscuridad" que realiza Billups con Peyton Siva. Un base físico y con talento muy prometedor que con la veteranía de Billups sumará al compañero y al equipo en general. Un modelo de reconstrucción a corto plazo que implica ser automáticamente equipo de playoff para este año. Muy buenas bases para pensar en un futuro prometedor como alternativa en el Este. 

La buena espera de los Cavaliers

Otro de los equipos que quiere asomar la cabeza entre los 8 mejores del Este es Cleveland Cavaliers. Un ejemplo de reconstrucción más moderado y pausado pero igualmente práctico. Desde que LeBron James se fuera en 2010 a Miami Heat como agente libre (no sin antes sufrir en muchos aspectos tanto positivos como negativos), los Cavs necesitaban un nuevo líder que les diera alas. Y como lo más económico y más factible para reconstruir un equipo es el draft (sobre todo si se conocen promesas venideras), Kyrie Irving aterrizó en Cleveland para comandar un proyecto ilusionante a medio-largo plazo. Sin embargo parece que en esta década la palabra "draft" y la palabra "Cavaliers" va a estar unida para cimentar ese futuro. 

En base a las nuevas estrellas que llegan a la liga, Dan Gilbert (propietario de la franquicia) ha estado agazapado construyendo sobre jóvenes un equipo que plante cara en el Este. Y lo ha conseguido. Para empezar podría afrontar gracias a la juventud un quinteto competente (aunque algo forzado, eso sí) solamente con elecciones de draft en estos últimos 3 años: Kyrie Irving, Dion Waiters, Tristan Thompson, Anthony Bennett y Tyler Zeller. Lo que ya de por sí demuestra el enorme potencial y futuro que le depara a esta franquicia. Todo ello sin contar con que la gran estrella y buque insignia del equipo es un jugador de tal talento como Kyrie Irving, joven y apuntado a estrella indiscutible. Además ha coincidido el año de explosión de un jugador como Anderson Varejao que esta temporada ha dado muestras de lo importante que puede llegar a ser en este equipo en la pintura. Además ha adquirido carne calidista de banquillo. Jugadores como Jarret Jack, que el año pasado dejó actuaciones estelares supliendo nada más ni nada menos que a Stephen Curry; o Earl Clark, que fue una de las pocas notas positivas de los Lakers la pasada temporada. Y como toda reconstrucción que se precie, necesita un golpe de efecto final (a veces arriesgado, eso sí). Habrá que prestar atención a cómo salga la apuesta de Andrew Bynum para estos Cavs. El año pasado uno de los equipos aspirantes a playoff (Sixers) le salió el tiro por la culata, y no solamente hablamos de Bynum. Su campaña fue un fiasco y en su intención de alcanzar el mínimo, que era llegar a los playoff, se vieron súbitamente pasados por los Milwaukee Bucks. Y por si esto no fuera suficiente reconstrucción, que de por sí ya es elogiable el trabajo desde los despachos de los Cavs, queda en el horizonte el futuro de LeBron James como agente libre cuando acabe contrato con Miami. A saber, puede ser el año que viene (si decide renunciar a los 2 años que le quedan) o esperar a esos dos años y cerrar un nuevo ciclo en el equipo de Florida. Sea como sea, el futuro que le aguarda a Cavaliers con ese posible cúlmen de Irving-LeBron hace pensar que Cleveland ha entendido también muy bien el noble arte de la reconstrucción.

Peligrosa pareja de dinero y reconstrucción en Brooklyn

Un concepto totalmente distinto de reconstrucción es el que tienen equipos como Brooklyn Nets. De hecho, desde el segundo 1 que la franquicia existe, el sinónimo de reconstrucción se hace a base de talonario y, a priori, poca pausa. Para Prokhorov el dinero no es ningún problema, y se ha valido de él para volver a cimentar un proyecto que ilusione (por segundo año consecutivo y en totalidad desde su existencia). El problema es que como ya se demostró el año pasado, a veces reconstruir el castillo del rey sobre cimientos de paja puede hacer que todo se vaya al garete. El elenco de estrellas que el año pasado militaban en la franquicia neoyorkina no bastó para ser alguien importante en la liga (faltaría más que ni hubieran llegado a playoff). Y entre otras cosas el éxito nunca llegó a esa plantilla porque jamás jugaron como equipo. Poseían grandes individualidades que jamás llegaron a carburar juntas. Al final, un equipo compenetrado a lo largo de más de 82 partidos es el que consigue llegar a lo más alto. 

Sin embargo, no es menos cierto que el primer año de proyecto no es comparable en inmensidad a este segundo. Ni por las bases talonarias, las cuales se han incrementado con los nuevos límites salariales e impuesto de lujo (en el que de hecho solamente con impuesto de lujo tendrán que abonar más de 30 millónes de dólares); ni tampoco por el salto de calidad que el equipo da con estas incorporaciones, que evidentemente es mayor. Y no solo hablamos de un quinteto escalofriante de Deron Williams, Joe Johnson, Paul Pierce, Kevin Garnett y Brook López. Hablamos de un veterano de gran calidad como Jason Terry, de un valor seguro como Kirilenko, de un racheado destructor como Alan Anderson, de una capacidad reboteadora como Reggie Evans, incluso un buen novato como Mason Plumlee... Son muchos nombres y determinantes. Y para mayor reto, entrenados por Jason Kidd tras cerrar el año pasado su periplo como jugador... y con la intención de permanecer mucho más que Avery Johnson o P.J. Carlesimo en el puesto. Una apuesta global a base de talonario bastante arriesgada pero que, por nombre, merece la pena contemplar. Si consiguen carburar como equipo, el dinero habrá dado sus frutos.

Incorporaciones para mantener el nivel

Reconstrucciones mucho menos profundas son las que han sufrido Atlanta Hawks, Indiana Pacers o Boston Celtics, aunque curiosamente por casos distintos. Danny Ferry, general manager de Atlanta Hawks, ha sorprendido a público propio y ajeno a la franquicia con sus movimientos. Una excesiva contratación de hombres interiores (Millsap, Brand, Ayón, Nogueira y la más sonada de todas: Pero Antic) junto con una selección dudosa en el draft (Dennis Schröder por delante de, por ejemplo, Mason Plumlee) hacen que sea indescifrable el rumbo que tomará la franquicia. No obstante, la rotación interior que tienen es destacable (Al Horford-Paul Millsap con Elton Brand) con exteriores de la talle de Lou Williams o Kylie Korver para el triple. Conserva además a Jeff Teague, pero habrá que ver si los resultados son mejores que lo que a priori prometen.

Otros equipos contender como Indiana Pacers han sondeado el mercado para dar su puntilla particular a la plantilla. Luis Scola es una gran incorporación para el de por sí sólido bloque que tienen los de Vogel. Miami Heatse debate con Greg Oden su contratación lo que le daría un plus para la pintura indudable, y Chicago Bulls lo único que necesita es volver a ver la mejor versión del MVP Derrick Rose. Poca reconstrucción cabe en este tipo de casos, más allá de seguir en la misma línea con pequeñas mejoras.

En otros equipos de menor nivel como Orlando Magic, Toronto Raptors o Washington Wizards necesitan algo más para asentarse en Playoff. Pero esto no quiere decir que sus plantillas sean nefastas. Wizards cuenta con un quinteto serio (Wall, Beal, Porter, Nené, Okafor) pero insuficiente a todas luces para afrontar 82 partidos a gran nivel -mucho más si hablamos de playoff-. Toronto Raptos, no obstante, tiene un quinteto serio (Lowry, DeRozan, Gay, Johnson, Valanciunas) y ciertos jugadores de apoyo (Fields, Hansbrough, Novak, Gray...), pero parece que este año en el Este el nivel va creciendo y costará más aspirar a ser uno de los 8 mejores. No parece que este sea el perfil de equipo de playoff al final de la próxima temporada.


Pero si hay un equipo que necesite la reconstrucción, y no a corto plazo, es Boston Celtics. La diferencia con todos los demás es que los orgullosos verdes no la necesitan para alcanzar los playoff (que al final lo harán) sino para ser contender. En primer lugar tienen que hacer de Rajon Rondo su buque insignia y su absoluta imagen. Es uno de los mejores bases de la liga con el único "debe" de pulir su acierto en el tiro. 

Con todo ello tiene una ristra de jóvenes que pueden ser buenos bloques sobre los que cimentar un gran futuro. Jared Sullinger dio muestras el año pasado de su increíble potencial, pero se cebó con el una lesión en el tramo final de campaña. Kelly Olynyk llega como un 4 abierto prometedor, con una muñeca exquisita para el tiro a media distancia. Habrá que ver cómo sale la incorporación de Vitor Faverani o de Phil Pressey, que dejó muy buenas sensaciones en la Summer League. Otro punto clave será por apostar a que sigan por la misma línea de mejora que el año pasado jugadores como Jeff Green, Courtney Lee y Avery Bradley. No es nada descabellado pensar que estos Celtics sí pueden llegar a playoff, y más pensando que igual les queda por hacer alguna incorporación. Pocos ven en Kris Humpries y en Gerald Wallace pilares de futuro para Boston, por lo que serían jugosas monedas de cambio en ese caso.

El Este se reconstruye, el Oeste se refuerza

Y es que salvo excepciones como Los Ángeles Lakers, la cual su reconstrucción será larga o corta según de que periodos hablemos, la mayoria de los equipos en la Conferencia Oeste se han limitado a apuntalar sus plantillas de una manera salvaje en cuanto a calidad. Es el caso de Golden State Warriors con la incorporación de Iguodala; de Houston Rockets con la de Dwight Howard; de Grizzlies con la de Mike Miller...

Ya se sabe que históricamente el Oeste ha tenido siempre más fuerza y más competencia. Por eso parece que este año con la reconstrucción del Este se intenta nivelar esa balanza que, salvo las apariciones de Bulls, Bad Boys o Heat en las últimas décadas, todo se correspondía con San Antonio, Rockets o Lakers en su defecto (11 anillos en total en estos años dan buena cuenta de eso). Por eso va a ser agradable toda la transformación que en la Costa Este se está viviendo. Y aunque es es laborioso, no todos los equipos consiguen siempre alcanzar el noble arte de la reconstrucción







Fuente de plantillas: esferanba.wordpress.com

sábado, 13 de julio de 2013

El sueño de Dwight Howard

Dicen que soñar es bueno. El ser humano debe soñar; es sano y debe marcarse unas metas. Como cualquier deportista, Dwight Howard, flamante nuevo fichaje de Houston Rockets, tiene su propio sueño, su particular meta. Como no podía ser de otra forma en la NBA: conseguir un anillo. Hay muchas formas de obtener tan ansiado y soñado premio pretendido por todos. Pero teniendo en cuenta la personalidad del pívot, más que un buen sueño, parece un peligroso sueño para Dwight Howard. ¿Hasta qué punto el sueño sacrificará a la realidad?

Por ejemplo, soñar está bien, pero no lo está tanto pertenecer a un equipo sin realmente quererlo. Hace poco Steve Nash, actual base de Los Ángeles Lakers, concedió una entrevista aclarando que Dwight Howard realmente no quería estar en el equipo. Es complicado formar parte de una ilusión conjunta y un sueño personal cuando sabes que no estás ni en el lugar correcto ni, por lo que pareció, en el momento adecuado. Más aún cuando las informaciones dejan en un mal lugar al jugador dado que, ni quería jugar el sistema pick n' roll, ni le gustaba el entrenador que le dirigía (esto último de las más razonable, por otra parte). Pero claro. A Howard tampoco le gustaba Van Gundy, ni le acabó por gustar el sistema creado exclusivamente para él en Orlando Magic (rodeado de 4 tiradores abiertos y él solo en la pintura). Visto que ya lleva 9 años en la NBA, el chico quiso soñar.

Y soñar está bien. Lo que no está tan bien es demostrar que hay poca ambición en un jugador que se sabe trascendental. Como cualquier jugador y ser humano imperfecto que es, necesita pulir algunas de sus facetas. Howard se ha caracterizado siempre no solo por no hacerlo, sino por repudiar a su manera a todo aquel que intentara ayudarle a mejorar. Por ejemplo, Dwight Howard no es un dechado de virtudes a la hora de lanzar los tiros libres precisamente (49% de acierto), pero cuando Steve Nash (90% de acierto) quiso intentar enseñarle, el Center rechazó su ayuda. Algo similar en resultado sucedió con Kareem Abdul-Jabbar. El máximo representante del Sky Hook tuvo un encuentro casual con el actual jugador de los Rockets, en el que Howard se mostró receptivo a la hora de recibir enseñanzas de Kareem. Sin embargo, de ahí no pasó el asunto. Dwight no se volvió a interesar y nunca más se supo de esa intención. Howard solamente tenía un sueño.

Y tener un sueño esta genial. Lo que no está tan genial es querer que se concentre la atención sobre toda una figura sin haber demostrado que merece la pena. Dwight Howard, si hubiera querido, podría haber sido el emblema púrpura y oro de un gran futuro. No se sabe si exitoso o brillante, pero desde luego prometedor. Franquicia de postes, de dominio, de glamour. Todas las posibilidades del mundo brindadas al pívot para crear historia. Pero nadie mejor que Dwight ha sido capaz de destruirla. No hablamos ya solo de su marcha, sino de una de las razones por las que se produjo. Para que Howard se quedara, Lakers tenía que enseñar la puerta de la amnistía a Kobe Bryant. Algo impensable para cualquier fan, para el bueno de Dwight no lo debía de ser tanto. ¿De verdad creía que por mucho pívot dominante que pudiera ser, la LakerNation estaría de acuerdo con eso? Una balanza complicada de equilibrar. Por un lado, uno de los 4 mejores jugadores actuales de la NBA, uno de los 5 mejores en la historia de la franquicia y uno de los 10 mejores en toda la historia de la liga. El jugador con mayor parecido a Michael Jordan jamás visto. Aquel que anotó 81 puntos, que posee tanto liderazgo como talento a partes iguales. Y por el otro lado, uno de los 5 pívots más importantes de la actual NBA, recién llegado y con actuaciones más que dudosas en la mitad de los partidos durante la temporada con Lakers. Cualquier aficionado, por novato que sea en su sano juicio. ¿A quién elige?. Parece impensable tal all-in. ¿Todo vale para cumplir un sueño?

Porque querer cumplir un sueño es muy bonito. Pero no está tan bonito derrochar por los poros, en su situación, tanto egocentrismo como centímetros de espalda y de altura juntos cuadra Dwight Howard. Un jugador que, conviene recordar, no es el mejor ni en fundamentos cerca del aro (la pintura es su hábitat), ni en el tiro a media distancia (un recurso básico ofensivo), ni en intensidad (solo defiende cuando quiere) y ni, por supuesto, en los tiros libres (a donde le llevan los rivales con el Hack to Howard). Dwight es un pívot que carbura gracias a su potencia física y a unos niveles ultra básicos de movimientos en la zona. Y sin embargo, con "solo" esos dos aspectos básicos que ofrecer, toda la liga ha estado pendiente de su decisión. 

Cierto y limitado paralelismo en la situación personal con LeBron James. Un objetivo en mente y buscar un grupo que le brinde ese objetivo. Solo que el de Akron ha demostrado su grandeza por activa y por pasiva, en prosa y en verso, en vídeo y en audio. Del "sólo físico" de LeBron James que llegó a unas Finales con Cavs al jugador más completo que existe actualmente en la NBA. Por si no fuera poco, campeón de 2 anillos con sus respectivos MVP de Regular Season y de Finales. Tanto como se criticó a LeBron por irse a un equipo ganador para conseguir el anillo (habiendo demostrado su abrumadora capacidad para ser, por lo menos, referencia de un finalista de Conferencia); no sucede nada similar con Dwight Howard, cambiando de equipo en estos 3 años como quien cambia de calcetines. Y todo ello, con un único sueño. 

Y no es el de militar en ningún equipo. Su filosofía, a estas alturas, ya no entiende de más fidelidad que la de sí mismo. Quede claro que en el contrato firmado con Houston Rockets se guarda, por si las moscas, una opción de abandonar el barco por si las cosas no van bien en 2016. Está claro que no está en Rockets porque era su sueño. Realmente, Howard da la sensación de que no está en ningún equipo por ser su sueño. Por norma histórica, hay 2 franquicias a las que se entendería que cualquier jugador quisiera ir desde pequeño: Boston Celtics y New York Knicks. Una tercera, por oficio, glamour y carisma, se ha ganado derecho a ser la tercera vaca sagrada en cuanto a sueños se refiere: Los Ángeles Lakers. Michael Jordan dio el paso para crear esa misma esencia en los Bulls, o los Bad Boys con los Detroit Pistons. Pero incluso sin esa marca histórica, también puedes tener el sueño de jugar para la ciudad que te vio crecer (Atlanta). Pero no. Howard, una vez más, no entiende de ese tipo de sueños (ni realmente militar en "X" equipo es su sueño real).

Su sueño tampoco es jugar al lado de nadie. Posiblemente su ego no le permita pensar eso. Él es la estrella, la que merece carteles, por quien una franquicia debe amnistiar a su talismán, por quien la gente debe rogar y desesperarse hasta el punto de ofrecer alitas de pollo, condones o programas de TV semanales por la cara. Por eso, el auténtico sueño de Dwight Howard es conseguir un anillo. Casi como cualquier jugador de la NBA, ¿no?. Evidente, razonable y hasta sano. Pero en este caso, está situando su sueño en torno a su figura. Un equipo que juegue para él, que sea él y nadie más que él. Un culto en torno a su figura para que no haya mayor merecimiento al MVP que su labor ni mayor importancia que su dominio. 

Pero es curioso como en algún momentos las estrellas que fueron referencias absolutas en sus equipos, son conscientes de que deben pasar a un segundo plano para lograr el éxito, salvo los más grandes. Ray Allen o Shaquille O'Neal con Miami Heat, David Robinson con San Antonio Spurs, Jason Kidd con Dallas Mavericks. Estrellas de una gran constelación que para lograr ciertos anillos tuvieron que bajar un peldaño su status.

Pero, visto los antecedentes y en base al pasado, quiza el status que está exigiendo Howard por cumplir su sueño está siendo muy alto. Tan alto como las expectativas que tiene el propio Howard de conseguirlo. Y en la NBA, si no hay una mejora sustancial, no siempre querer es poder. 








Fuentes: www.nba.com

viernes, 28 de junio de 2013

Algunos apuntes sobre el draft 2013

Concluido el curso baloncestístico 2012-2013, como diría el inigualable Andrés Montes, llegó el momento del draft. Ese escenario, esa oportunidad que todo el mundo desea que llegue para el bien de la NBA. Para los jugadores porque cumplen, en la mayoría de los casos, un auténtico sueño. Para los entrenadores y General Managers, porque pueden ver sus plantillas reforzadas o, en el mejor de los casos para su fortuna, totalmente encaminadas hacia la reconstrucción gracias a este momento. Y para los aficionados porque pueden jugar y hacer cábalas sobre el futuro de, al fin y al cabo, las próximas estrellas en la mejor liga de baloncesto del mundo.

Es cierto que el draft de este año, a priori, no ha tenido ni una claridad en el número 1 ni una calidad destacable nivel "estrella" en cuanto a los jugadores a primera vista, pero algunos lo catalogan como un draft bastante bueno por la cantidad de jugadores gratamente aprovechables, aunque no tengan nivel All Star. Para más concreción, aquí puedes repasar el orden del draft y sus selecciones. Puesto que ya se ha empezado a mover el mercado NBA extraoficialmente, aquí unos pequeños apuntes interesantes:

Un número 1 sorprendente: A nadie se le escapa que la elección como pick 1 de Anthony Bennett ha sido una sorpresa. Hasta el momento todos los expertos y aficionados debatían si Cleveland Cavaliers podía optar por Otto Porter, opción que parecía más lógica, ya que están faltos de un alero de garantías y Porter había dejado muy buenas sensaciones. Otra de las hipótesis que se barajaron fue que, ante la lesión de Anderson Varejao, Cavs siguiera la lógica con Nerlens Noel, aunque hubiera supuesto una arriesgada apuesta. El interior no volverá a las canchas, mínimo, hasta noviembre-diciembre por su lesión de rodilla. Además el jugador de Kentucky ha caído bastante más de lo esperado en este draft. Se barajó, incluso, que la franquicia cediera su pick 1 y a Anderson Varejao para buscar un jugador que les convenciera. Al final la elección fue la de Anthony Bennett, un ala-pívot con un físico superlativo con algunos detalles similares a Zach Randolph, que puede alternar las posiciones de 3-4 (lo que todavía hubiera hecho más lógico escoger a Otto Porter) y al que los más entendidos comparan con el mítico Larry Johnson. Cavs ya había mostrado cierto interés también por la posición de 4 interesándose por Kevin Love. Lo único cierto es que es una elección sorprendente: necesitan un 3 pero buscaron y al final se quedaron con un 4. Veremos como alterna esa posición con Tristan Thompson, otra de las futuras perlas en esta liga.

El seguro de Victor Oladipo: dada su condición de duro físicamente, es un gran aporte en defensa para cualquier equipo y este año ha mejorado más en ataque. Orlando Magic, urgente de reconstrucción, ha apostado en el pick 2 por este escolta que lideró a los Hoosiers este último año en la NCAA. Es un valor seguro para cualquier equipo dada su gran disciplina con un gran equilibrio defensa-ataque, con capacidad para correr al contraataque y lanzar triples.

El perímetro de Washington: Otto Porter, elegido número 3, ha sido uno de los jugadores más jugosos en este draft. Un alero que venía bien a casi cualquier equipo que necesitara reforzar esa posición. Juventud, calidad y mucho futuro en las manos del ya ex de Georgetown. Gracias a su elección, los Wizards plantearán un perímetro tal que John Wall, Bradley Beal y Otto Porter. Perímetro joven, talentoso, muy jugoso y que bien combinados y centrados puede dejar destellos brutales en la liga.

¿Nuevo error de Bobcats?: pensando fríamente la elección del hermano pequeño de los Zeller en el pick 4, solo el tiempo dirá si se trata de un error, porque la apuesta por él puede tener su lógica. De primeras, Cody Zeller ha demostrado más fundamentos en la pintura que Alex Len, uno de los otros aspirantes a ese puesto y que ha terminado por ser el pick 5 de Phoenix (lo que podría limitar las opciones de que Marcin Gortat se quede en Suns el año que viene). Es cierto Zeller que no tiene tanto físico como Len, pero destacan de él lo completo que es, al menos entre los rivales que tenía para su posición en este draft.

Las apuestas de New Orleans Pelicans y Philadelphia 76ers: pese a que han sido Pelicans los que seleccionaron a Nerlens Noel con el bajo pick 6 para las espectativas que creó, New Orleans estaba más interesado en un capitán que timonee su barco. De ahí que Noel fuera directamente hacia Philadelpia 76ers para adquirir en el trueque a Jrue Holiday. Greivis Vasquez y él formarán un gran tándem de bases, pero la llegada de Noel a Philadelphia desbarata la oportunidad de haber visto juntos en la pintura a Nerlens Noel y Anthony Davis. No obstante, la llegada de Noel a los 76ers vuelve a abrir por enésima vez una pregunta algo manida: ¿Qué pasará con Andrew Bynum? De momento va a ser agente libre, sin conceder prioridad al equipo que le ha pagado este año que no ha jugado por lesión, y probará suerte en el mercado al mejor postor. Todo parece indicar que si Philadelphia ha centrado su apuesta en un hombre interior de referencia como Noel, quizá el destino de Andrew Bynum preocupe ya menos. Sobre todo teniendo en cuenta que Philadelphia ha conseguido agenciarse también en el pick 11 a Michael Carter-Williams, un base de casi dos metros de altura con un gran físico y unos largos brazos. Los expertos no lo destacan como un gran anotador ya que tiene que mejorar tanto tiro de media como larga distancia. Sin embargo, su gran físico dado el puesto de base hace que saque ventaja con robos de balón y rebotes. Sumado a un destacado anotador como Nate Walters, hace que los Sixers sean una de las franquicias que mejor se han movido. Además tendrán dos elecciones para el draft del año que viene.

Ben McLemore pide paso: Sorprendente caída hasta el pick 7 de uno de los aspirantes a número 1 en muchas de las fases del año. Ben McLemore llega a Sacramento Kings para dar tiro exterior, físico y, en definitiva, talento. Dada su posición de base, habrá que ver cuál es el próximo destino de Tyreke Evans. 

Sangre canadiense para reconstruir Boston: Además del tema que está en boca de todos con ese traspaso de Jason Terry, Paul Pierce y Kevin Garnett con Brooklyn (quienes solo han optado por escoger a Mason Plumlee tras las piezas ofrecidas en la pintura a Boston), el equipo de Danny Ainge ha buscado en el draft a su perlita particular. Lo ha hecho con el pick 13 que le han cedido los Dallas Mavericks. Se trata del pívot de Canadá Kelly Olynyk. No destaca especialmente por su rebote (uno de los puntos más débiles) pero es un jugador con muchos fundamentos en el poste y gran capacidad anotadora. Además, los Celtics necesitan juventud y pintura, algo que Olynyk reúne a la perfección.

Potencial All Star para Wolves y Jazz: Varios entendidos no han dudado de calificar de "potencial All Star" a Shabazz Muhammad y a Trey Burke. Minnesota Timberwolves escogió inicialmente al base Trey Burke en pick 9, pero lo traspasaron a los Jazz en favor de Shabazz Muhammad. Ambos parecen haberse hecho un favor importante y ser dos de las franquicias con mejor acierto en este draft, además de Philadelphia. Por parte de Muhammad, puede aportar una gran serie de aspectos a los de Adelman. Es un escolta atlético, con gran ética de trabajo, con un potencial anotador abrumador con un tiro mortífero desde casi todos los puntos de distancia. Pese a que tiene que mejorar su aspecto defensivo, es uno de los mayores talentos de este draft. Sus únicos "peros" son los flojos workouts que ha realizado últimamente y su March Madness no fue del todo buena. Por lo demás, un auténtico diamante. Por talento y futuro potencial, situación similar vive Trey Burke. El base de la universidad de Michigan, nombrado jugador del año en la NCAA, le destacan fundamentalmente por su gran agilidad y su inteligencia sobre la pista, aunque su pequeño físico sea una desventaja contra rivales de mayor portento. Su buena distribución de balón y el equilibrio entre pase y anotación hace que sea otro de los jugadores a tener en cuenta.

Todo draft tiene su tapado: algunos expertos ya hablan del tapado de este draft, nada menos que un pick 41. Lo tiene Memphis Grizzlies y se trata de Jamaal Franklin. Muy atlético, ofensivo y buen anotador, será un escolta que puede sorprender por haber caído tan bajo en el draft en comparación con el rendimiento que puede dar. Sería un importante tanto para la franquicia de Tennessee.

Draft para cimentar la plantilla de los Blazers: pese a sus fracasos históricos en la NBA a la hora de escoger jugadores en el draft (véase Sam Bowie en lugar de Michael Jordan en 1984 o Greg Oden en lugar de Kevin Durant en el 2007), cuando se trata de escoger a hombres de perímetro Portland acierta y corre la mejor de las suertes. No hay más que ver lo bien que les fue el año pasado con la inesperada elección de Damian Lillard desde el pick 6 y que consiguió asentarse como el mejor base joven y el mejor rookie de esta campaña. Para seguir la estela, han conseguido a priori reunir otro buen draft este año en el pick 10 con C.J. McCollum. Este joven base/escolta de 21 años destaca por su multifuncionalidad a la hora de anotar y sobre todo si es desde la línea de 3 puntos. No tiene problema en asumir la posesión en los momentos calientes, aunque la falla su capacidad defensiva. Otro problema es que no es un jugador que distribuya especialmente bien el balón, aunque usándolo como escolta en minutos de rotación con Damian Lillard puede ser un dúo a tener en cuenta. A esto hay que añadir a Allen Crabbe, de un perfil anotador con ciertas similitudes a C.J. McCollum. Si a esto se le añade la incorporación de Jeff Withey, el draft de este año de los Blazers se resume en soberbio.  

Sigue la apuesta en firme por la juventud para Pistons: Si hay un asunto destacable en la franquicia de Detroit es la gran pareja interior de futuro que forman Andre Drummond y Greg Monroe. El problema se planteaba a la hora de encontrar perímetro, sobre todo teniendo en cuenta que Calderón va a buscar este verano una oferta, no por el montante económico, sino por lo exitoso deportivamente que pueda llegar a ser. Por mucho refuerzo que hagan los Pistons, está claro que no se corresponden con las aspiraciones del base extremeño, más pendiente de encontrar un equipo de auténtica élite que aspire a todo. Entre tanto, y teniendo bien cubiertas las posiciones titulares interiores, Detroit se ha decantado por un escolta como Kentavius Caldwell-Pope, siendo este segundo año su momento de explosión en la NCAA y considerado uno de los mejores anotadores. Pese a que su tiro de tres no es gran cosa y se le pone en duda su selección de tiro, guarda un buen equilibrio entre el ataque y la defensa. Capaz de anotar desde muchas posiciones y atacar con firmeza bien el aro. Su selección la componen un base que gusta especialmente como Peyton Siva por su capacidad de dirección y defensa y Tony Mitchell, un 3-4 con capacidad reboteadora.







FUENTES CONSULTADAS PARA LA ELABORACIÓN DEL TEXTO: 

www.basketamericano.com 
only2steps.blogspot.com.es

Fotografías: http://bleacherreport.com/articles/1527630-nba-draft-2013-grading-anthony-bennett-and-top-small-forward-prospects http://www.tuespaciodebaloncesto.com/p/nerlens-noel-ficha-nombre-completo.html http://comojuega.com/2013/05/16/trey-burke/ http://nba.si.com/2013/06/27/nba-draft-2013-trade-rumors-2/