Al fin ha llegado el momento. Tras 82 partidos de cada uno de los 30 equipos de la NBA y tras 3 cruces de Playoff en los que se ha vivido de todo, las ansiadas Finales NBA han llegado. El trofeo Larry O'Brian ya está esperando para ser levantado al mejor de 7 partidos. San Antonio Spurs con excesiva tranquilidad y Miami Heat pasando el mayor de los apuros se verán en una Final que promete ser épica.
San Antonio Spurs
Hace más de una semana que los hombres de Popovich están de vacaciones. Los culpables, además de los propios jugadores, fueron los malos partidos que realizaron los Grizzlies. Zach Randolph no existió en ningún momento y en el equipo de Hollins se echó mucho de menos a tiradores desde el perímetro. Tony Parker siguió demostrando por qué está en la cúspide de su carrera y Tim Duncan que su enésima juventud no solo viene precedido de perder a conciencia 13 kilos para mantenerse en forma.
La sorprendente barrida por 4-0 a los Grizzlies demostró también otro aspecto importante en la NBA. La misma técnica que ha servido para derrotar a un rival la serie anterior (Grizzlies contra Thunder) e incluso hace dos años (Grizzlies ganó a Spurs en playoff) no sirve para nada en el siguiente paso si no se toman las medidas correctas. La ausencia de la pintura (desaparecidos) y tiradores (no fichados) en Grizzlies, el buen hacer coral de los de Popovich y sobre todo una defensa de manual contra los puntos más fuertes de los hombres de Hollins propiciaron una debacle para Memphis. Pocos se esperaban una paliza de tal magnitud. De hecho, hubo analistas que dijeron un 3-4 favorable a los osos. La decepción es más por el cómo se ha producido que por el hecho de que Spurs superase a Grizzlies.
Incluso hay un asunto muy favorable para la franquicia tejana. Cuando San Antonio tuvo que necesitar de las estrellas aparecieron asumiendo los galones. Memphis pudo haber ganado, al menos, 2 partidos en esta serie con las dos prórrogas a las que llegaron en el Game 2 y en el Game 3. El primer partido fue un señor baño demostrando que San Antonio reúne el juego en equipo europeizado con la consistencia anotadora estadounidense. Un rival complicado de batir. Pero tuvo dos partidos en los que podría haber caído. Y justamente en esos fueron donde aparecieron Tim Duncan y Tony Parker. Si quedaba alguien que dudaba de la aportación de Manu Ginobili, ni que decir tiene que el argentino siempre sabe anotar cuando su equipo flojea más. Años y años después, las estrellas de Spurs son las que se consolidaron lustros atrás. Y llegan en buena forma.
Por eso San Antonio Spurs afronta a esta final con la mejor situación posible. Llegan absolutamente descansados y frescos; con mucho tiempo para afrontar lo que les llega y tras haber podido analizar al rival en sus últimos 7 partidos de playoff.
Miami Heat
Que Miami Heat es el equipo que más en forma ha estado de toda la NBA es algo que nadie debe poner en duda. Sus estadísticas colectivas, individuales y sensaciones así lo confirman. Han conseguido una meritoria ventaja de campo y solamente han perdido en su cancha 4 partidos, el mismo número que los separa de conseguir su segundo anillo tras 3 finales consecutivas. Pero no llegan de la manera que quizá querrían.
Indiana Pacers ha conseguido poner contra las cuerdas a los hombres de Spoelstra. Un equipo construido gracias a Larry Bird y comandado por un prioritariamente defensivo Frank Vogel que ha hecho de Indiana uno de los mejores bloques de toda la liga. Hay que ser conscientes del tremendo mérito que han tenido estos Pacers. Una plantilla que funciona como un equipo y que no pudo contar con su inicial jugador estrella Danny Granger esta temporada. Aún así aprendieron a ser un hueso duro y han demostrado su gran capacidad para hacer frente a cualquier equipo, incluso contra Miami. La aparición de Roy Hibbert para el momento clave, la transformación de jugador extraordinario a estrella de Paul George, la consistencia de David West en la pintura... un elenco de jugadores y situaciones que hicieron disfrutar a los aficionados de Indiana de una de las mejores defensas jamás realizadas. Una temporada excepcional que debe servir de aliciente para mantener el bloque. Una cohesión que peligra este año debido a que David West se convierte en agente libre este verano.
Pero sin restar ningún tipo de mérito a Indiana Pacers, Miami Heat se ha visto por primera vez en toda la temporada con inseguridades muy importantes a la hora de alcanzar el éxito. La más grave ha llegado hasta el Game 7 de la madrugada de ayer, en el que al final aparecieron los hombres que Spoelstra necesitaba. Sobre todo por parte de Wade, que asumió que él también tiene un papel primordial en la franquicia si quiere levantar por tercera vez en su carrera el trofeo de campeón de la NBA. Y es que hasta ayer, LeBron James se había encontrado sorprendentemente él solo contra el mundo. Los 3 partidos que Miami ganó fue en parte y prácticamente en total gracias al magnífico estado de forma que mantiene LeBron. Un líder indiscutible, una estrella que brilla con luz propia sobre cualquier otra, un jugador que es tan completo y determinante como versátil y fundamental. En definitiva, el mejor jugador que hay ahora mismo en toda la NBA.
Miami Heat no llega a las Finales quizá con solvencia, pero sí con los ánimos renovados tras los 6 primeros partidos contra Indiana. Ha recuperado a jugadores como Wade y Ray Allen, está a la espera de que aparezca la mejor versión de Chris Bosh y, sobre todo, tiene en forma al jugador más regular y mas importante de todos como es LeBron James. No las afronta con totales garantías, pero desde luego que lo hace con muchas mejores sensaciones que en partidos anteriores.
NBA FINALS: MIAMI HEAT vs SAN ANTONIO SPURS
6 anillos en total reúnen las dos franquicias. En San Antonio prácticamente se puede hablar de dinastía, ya que en sus 4 anillos (1999, 2003, 2005, 2007) no llegó a pasar un lustro. De hecho, en 3 de ellos, simplemente hubo una breve transición hacia el éxito, y todos ellos con denominador común: Tim Duncan y Gregg Popovich. La pareja de entrenador-jugador más exitosa de los últimos 30 años. Por su parte, Miami tiene una corta trayectoria pero no menos intensa. Dwyane Wade y Pat Riley conforman el matrimonio del éxito en la franquicia de Florida. En 2006 Miami pegó el pelotazo con el anillo de campeón gracias a la excepcional pareja formada entre el propio Wade y Shaquille O'Neal. Su importancia en el panorama de la NBA adquirió el mayor de los grados con la conformación de uno de los grandes elencos de estrellas jamás visto: Chris Bosh, Dwyane Wade y LeBron James. Ambos equipos son campeones y tienen licencia para ganar, así que no cabe lugar a las especulaciones. Ninguno puede subestimar al otro.
EL DUELO
Big Three: Sin duda lo primero que viene al hablar de estos dos equipos son los 3 pilares básicos sobre los que se asienta cada uno. Un trío de auténtico lujo Old School en San Antonio (Tim Duncan, Tony Parker, Manu Ginobili) contra el trío de la nueva era en Miami (Dwyane Wade, LeBron James, Chris Bosh). El trío tejano de la calidad, de la inteligencia y de la experiencia contra el trío floridiano del físico, del hambre y de la determinación. Quede ya claro que si no funcionan los 3 hombres principales de cada equipo, las posibilidades de que su franquicia se lleve el éxito se reducen a la mitad. No son igual de determinantes los 6, pero desde luego sí son necesarios para que aparezcan en los momentos claves del encuentro.
Papel primordial de los secundarios: Sin que sirva de tópico, a las Finales han llegado los mejores o, al menos, los que han tenido mayor fondo de armario en su plantilla. Por ello los secundarios van a ser elementos igual de determinantes que los primeras espadas de cada equipo. Sabiendo que el triple va a ser una de las armas fundamentales en esta serie (Matt Bonner, Danny Green, Kawhi Leonard contra Ray Allen, Shane Battier, Mike Miller), el papel de minutos de calidad en ataque y de desgaste en defensa que puedan hacer los menos habituales será crucial. Determinante el factor Chris Andersen en Heat y Thiago Splitter en Spurs. No van a ser los máximos anotadores ni mucho menos, pero si están bien en defensa y cumplen en ataque sus equipos van a tener mucho ganado. Ojo a la aparición también de Boris Diaw en Spurs.
Papel primordial de los secundarios: Sin que sirva de tópico, a las Finales han llegado los mejores o, al menos, los que han tenido mayor fondo de armario en su plantilla. Por ello los secundarios van a ser elementos igual de determinantes que los primeras espadas de cada equipo. Sabiendo que el triple va a ser una de las armas fundamentales en esta serie (Matt Bonner, Danny Green, Kawhi Leonard contra Ray Allen, Shane Battier, Mike Miller), el papel de minutos de calidad en ataque y de desgaste en defensa que puedan hacer los menos habituales será crucial. Determinante el factor Chris Andersen en Heat y Thiago Splitter en Spurs. No van a ser los máximos anotadores ni mucho menos, pero si están bien en defensa y cumplen en ataque sus equipos van a tener mucho ganado. Ojo a la aparición también de Boris Diaw en Spurs.
Aspecto físico: el único punto en el que Spurs se descuelga un poco. San Antonio ha tenido tiempo para descansar de sobra de cara a hacer un primer partido soberbio físicamente hablando en la serie, pero Miami, en general, presenta un mayor oficio físico por cuerpo y juventud que los de Popovich. Si la serie se alarga y los propios partidos, ya de por sí, se tornan duros físicamente Spurs puede sufrir mucho. Recordemos lo que les pasó el año pasado ante Oklahoma City Thunder. El potente vendaval de los de Scott Brooks no dejó opción táctica al equipo tejano. Si San Antonio sabe suplir su, en principio, desventaja física con ventaja táctica conseguirá que Miami se desgaste más y se equiparen las fuerzas.
FACTORES CLAVE
-----Miami Heat-----
Contraataque: una de las mejores armas que tienen los de Spoelstra. A lo largo de la temporada ya ha sido característico en el equipo de Florida salir a correr al contraataque con rebote defensivo o robo de balón. Una de las franquicias que mejor finaliza este tipo de jugadas gracias a la gran zancada de dos carrileros de excepción: LeBron James y Dwyane Wade. En muchos casos la jugada finaliza con un alley oop. Si a Miami Heat se le permite correr, el partido está perdido; y si el ritmo de anotación es elevado se hace prácticamente imposible derrotar a los de South Beach con un tanteo de 100 puntos.
Defensa física individual: La manera de defender de Miami se basa bastante en la antigua usanza de "bajar el trasero". La disposición de jugadores muy físicos para defender permite que las defensas individualizadas puedan dar sus frutos ante los rivales. Además, en muchos casos, ese físico permite hacer un 2 para 1 sin correr el peligro de no llegar a puntear al hombre que dejan solo. Esta defensa guarda un fuerte problema, y es que si los 5 no están en tensión y elaborando bien cada defensa individual, el rival puede coser con penetraciones o tiros abiertos.
Modo apisonadora: Puede que ningún otro equipo pueda arrasar de manera tan brutal a su rival como lo hace Miami si está en estado de gracia. Los de Spoelstra tienen un don cuando están en racha, y es que consiguen crear parciales de auténtico escándalo de todas las maneras posibles: en penetración, contraataque, segundas oportunidades y, por supuesto, desde el triple. Cuando los de Florida están inspirados no hay equipo que les haga frente. Los puntos llueven de todos los lados y se envalentonan en una vorágine de anotación prácticamente imparable, que va desde alleyoops a LeBron hasta triples consecutivos de Mike Miller.
***El dato: LeBron James vuelve a verse la caras contra San Antonio Spurs en una situación totalmente diferente. Ha cambiado Cleveland Cavaliers por Miami Heat, ha cambiado el factor cancha a favor y se ha convertido en el mejor jugador total de toda la NBA. Hace 6 años LeBron no fue LeBron, pero el año pasado superó esa barrera psicológica de las Finales. Miami, con su mejor hombre al mando, está ante la posibilidad, por proyecto, de un three peat si lograse el segundo este año. ¿Habrá vendetta de LeBron James?
-----San Antonio Spurs-----
Movimiento de balón: uno de los aspectos que más ha caracterizado a la franquicia tejana ha sido el excelso movimiento de balón que ha realizado durante sus mejores partidos. Posiciones móviles bien marcadas, tiradores en las esquinas, hombre interior en la parte alta de la zona y bloqueos y pantallas para penetraciones. Un esquema grandilocuente que ha permitido circular el balón ante las defensas más duras y dar una exhibición ante las más blandas. Si San Antonio es fiel a su estilo de mover el balón, muy pocos equipos, por no decir casi ninguno, puede parar su sangría.
Defensa táctica colectiva: el recital que dieron ante Grizzlies solo es una de las muchas maneras que tiene este equipo para defender. Tácticamente ofrece un planteamiento defensivo tan amplio como complicado de atajar. Su sistema se basa en las constantes ayudas interiores y en el punteo de los tiros desde fuera. Su fuerte no es una defensa que corra a la hora de defender, sino una defensa perfectamente posicionada para afrontar los ataques. Esta vez más que nunca la defensa táctica tendrá que centrarse en LeBron James y en las posibles ayudas. Las penetraciones de LeBron pueden provocar tiros fáciles abiertos al doblar el balón. Spurs necesitará mantener ese nivel para que James se vaya las menos veces posibles de su defensor (o Green o Leonard) y no se creen muchas situaciones de 2 para 1.
Pizarra Popovich: Gregg Popovich habrá tenido tiempo de analizar de cabo a rabo a su rival a lo largo de los 7 partidos. Por lógica, el entrenador de Spurs ya se habría hecho una idea de por dónde flojean los de Spoelstra, pero sin duda sus tiempos muertos en los momentos precisos, los cambios en los minutos adecuados y la táctica de faltas a seguir en las situaciones más decisivas marcará el éxito de San Antonio Spurs. Gregg Popovich es el arma de mayor fiabilidad que tienen los tejanos. Con él en los banquillos, no existe partido perdido hasta que el propio Pops lo dé por perdido. Su tranquilidad y sus sistemas ofensivos y defensivos marcarán una buena parte de la serie. Mucho ojo a las prioridades que puede tener Gregg Popovich con sus jugadores. Puede hacer que se sacrifiquen determinados jugadores en defensa y que otros rindan en ataque. Nada será suficiente si quiere alcanzar el éxito en estas Finales.
***El dato: San Antonio Spurs ha ganado todas las Finales que ha disputado (y en todas, salvo en esta ocasión, tenía factor cancha a favor), y todas ellas fueron en años impares. Entre el primer y segundo anillo, es decir, entre 1999 y 2003, pasaron 4 años. Del último conseguido en 2007 a éste que pueden ganar en 2013, han transcurrido 5 años ¿Se cerrará el círculo de la dinastía de estos años con un quinto y último anillo?.
PRONÓSTICO: Miami Heat 4 - San Antonio Spurs 2
Campeón de la NBA: Miami Heat
MVP: LeBron James. Temporada espectacular (otra vez) que la puede cerrar con una nueva gloria colectiva.
Miami Heat, a 7 partidos con factor cancha a favor, es un rival muy complicado de ganar. Se ha visto contra Indiana Pacers y además es la primera vez en unas Finales NBA que San Antonio Spurs no cuenta con el factor cancha a favor. Los dos son campeones, así que no subestimemos ninguno de sus corazones.
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