lunes, 1 de abril de 2013

Ciclón de la dinastía Heat

Ganador del anillo el año pasado. Plantilla configurada para un éxito rotundo. Mejora relevante con pequeñas incorporaciones, que suponen piezas de gigante importancia para hacer funcionar el engranaje. Big Three de escándalo con una química de equipo sustancial. Mejor momento de forma del mejor deportista (y jugador de baloncesto) del pasado año, LeBron James. Todos estos condimentos se sabían antes de comenzar la temporada actual para Miami Heat. El problema, para desgracia de sus rivales, es que ahora también es consciente de que lo vivido el año pasado no era una alucinación. Y no solo por la segunda mejor racha de victorias consecutivas en la historia de la NBA (27). El bloque estratosférico que ha formado desde el despacho Pat Riley en dos años es una de las candidaturas más claras a dinastía si ningún elemento irracional frena la progresión de los de Florida. Es la realidad: Miami Heat es un ciclón.

La victoria de anoche ante San Antonio Spurs de los de Spoelstra permite certificar lo que muchos pensaban: que Miami Heat, además de ser candidato al anillo, parece que no tiene rival alguno que le haga sombra. Sin LeBron y sin Wade se ventilaron al mejor equipo del Oeste como son los Spurs (por números, por baloncesto, por plantilla y por entrenador). Da miedo pensar qué puede pasar a partir de ahora si el rival más complicado de la Conferencia más dura de la mejor liga del mundo cae de esta manera. De acuerdo que en Spurs no jugó Manu Ginobili, pero no es comparable el peso de las ausencias. 

Por cerrar el tema de ayer, muchos nos preguntábamos al comienzo del partido si la NBA podría multar a Miami Heat por dejar fuera de este partido a los "lesionados" Wade y LeBron. Recordemos que en el enfrentamiento entre ambos que ya tuvieron a comienzo de temporada, Gregg Popovich guardó a sus mejores hombres (Parker, Duncan y Ginobili) de cara a un partido siguiente que era trascendental contra un rival de su misma Conferencia: Memphis Grizzlies. En ese partido estuvieron a punto de dar la sorpresa, aunque Heat, como ayer, se llevó la victoria. Parece que hasta en eso va a tener suerte Miami y, salvo novedad, la franquicia de Florida no será multada, entre otras cosas porque puede decir que, fanfarroneo o no, iban a conseguir la victoria sin dos de sus tres mejores hombres.

Un tercer hombre que le gusta callar bocas de una manera extraordinaria. Anoche dejaron claro que sin dos de sus estrellas y sin un pívot que revitalice la posición de 5, consiguieron imponerse gracias a los triples y a su tercer puntal: Chris Bosh. Uno de esos jugadores que se "limitan" a complementar a la pareja de oro pero que por sí solo demuestra que merece estar en un equipo grande. Pero si importante es la labor que desempeñe Bosh, mucho más lo es la de los tiradores de perímetro. Ante la ausencia de dominio interior claro se aboga por el riesgo al alza: el lanzamiento de tres. Y mal, desde luego, no le ha ido a Miami. No será por jugadores o por oportunidades para abrir el lanzamiento.

Pero es que el ciclón de Miami arrasa por otro factor fundamental. Está claro que cuentan con una pareja de la que a estas alturas ya sobran las palabras para LeBron James y Dwyane Wade, al menos las nuevas. Además tienen un jugador como Chris Bosh que rinde como estrella única cuando se le requiere, porque ya demostró la otrora estrella de Raptors lo que podía hacer. Pero es que encima de disponer de un perímetro fulminante (Miller, Battier, Chalmers, Big Three), además, como factor revelador y principal gran suerte de estos Miami Heat es que, esté quien esté en pista, no desentona. Y eso, en un equipo de baloncesto, es impagable. El arte de las rotaciones no solo reside en saber cuándo hacerlas sino con quién hacerlas. Si entre tus filas cuentas con jugadores que cumplen en su objetivo de suplente, la tarea es mucho más sencilla. Un tanto inevitable en este sentido es el de Chris Andersen. Quién podría pensar, salvo el sabio Pat Riley y otros dos más, que Birdman les iba a salir tan rentable a los de Florida. Hasta en esos pequeños detalles, Miami ha triunfado. Son de esas sensaciones que transmiten de que están un paso más que el resto (en la Conferencia Este por descontado).

O mucho cambian las cosas o el paseo militar que pueden montar los de Spoelstra en los primeros compases de playoff puede ser de aúpa. Y parece mentira que se hable de tanta superioridad sin, insisto, un pívot puro. Pero creo firmemente que introducir ahora mismo un 5 en la dinámica de Miami es frenar su esencia de juego. Se han acostumbrado a un juego exterior muy específico. Con movimiento de balón rápido, al contraataque, a abrir el campo con lanzamientos liberados y a cerrarlo levemente cuando les interesa por dinámica de partido. Incluso se permiten el lujo de incorporar desde seguros de vida como Ray Allen hasta apuestas arriesgadas como Chris Andersen. Y, sí, ha salido todo bien. Apuestas que les están saliendo perfectas, y visto lo visto, a ver quién es el iluminado que se pone a discutir a los de Riley que por qué juegan sin pívots. Pero incluso sin esa figura, tienen a un jugador que está entre los 10 primeros de % en tiros de acierto en la pintura... por delante de otros como Kenneth Faried o Al Horford. LeBron James es el jugador exterior que más usa la pintura en toda la NBA y que, además, tiene mayor porcentaje de acierto. Si algunos cimientos de casas en el Oeste podrían aguantar el ciclón, el viento sopla a favor del Este.

Por último cabe preguntarse si lo que ha construido Miami Heat es una dinastía. Es cierto que solamente tienen un anillo, pero recordemos que el bloque principal se puede aguantar otros dos años más... y con un de conseguir un three peat, las palabras ya serían mayores. Proyecto de dinastía o no, lo que es indudable es que ahora mismo Miami Heat ha dado un golpe de autoridad sobre todos los rivales de la NBA. Lo lleva dando toda la temporada por su gran racha de 27 victorias seguidas, por el show sobre la cancha, por las maneras de ganar (funcionando a marchas, lo que proporciona un autocontrol brutal), por la química de equipo tan avanzada que tienen y por cómo consiguen barrer a los rivales. Vivimos tiempos inmersos de lleno en un ciclón baloncestístico: procede de Florida y es el de Miami Heat.


Fotografías:http://blog.mysanantonio.com/spursnation/ http://www.zimbio.com/photos/Dwyane+Wade/Ray+Allen

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